VALENCIA, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
Uno de cada 750 bebés cuyas madres consumen alcohol durante el embarazo padece Síndrome Alcohólico Fetal (SAF), caracterizado por un peso y talle menor, cabeza de menor tamaño y anomalías de la cara, según informaron en un comunicado fuentes del Ayuntamiento de Valencia.
La causa de este síndrome estriba en que el alcohol que consume la madre atraviesa con facilidad la placenta y cuando llega a éste, permanece allí más tiempo actuando, ya que tiene mayor dificultad para eliminarlo.
Como consecuencia, los bebés pueden sufrir este síndrome, cuyo cuadro clínico se caracteriza por un peso y talle menor, cabeza de menor tamaño y anomalías de la cara: aperturas oculares pequeñas, puente nasal bajo, nariz corta, labio superior delgado, mandíbula subdesarrollada, surco naso labial inexistente o perfil mediofacial plano.
También puede presentar alteraciones orgánicas, dificultades para dormir y problemas de succión durante la infancia, mala coordinación motora, retraso del desarrollo y problemas de aprendizaje, mala memoria, mala comprensión del lenguaje y poca habilidad para resolver problemas e, incluso, hiperactividad.
En total, se calcula que nace un bebe con Síndrome Alcohólico Fetal por cada 750 embarazos que se producen, y éste se puede evitar en el 100 por cien de los casos si la mujer no bebe durante el embarazo, manifestó la concejal de Sanidad y Consumo en el Ayuntamiento de Valencia, Lourdes Bernal.
Además, hay un nuevo elemento que "refuerza la necesidad" de abstenerse de beber alcohol durante el embarazo, puntualizó Bernal, quien hizo referencia a que los responsables de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en materia de drogodependencias tildan de "necesario" evitar que las mujeres consuman alcohol durante las primeras semanas de su embarazo ya que "existen suficientes evidencias de que este consumo predispone a que el niño también abuse de esta sustancia cuando sea mayor", puntualizó.