MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los españoles comenzaron a buscar por Internet compras de almacenamiento y alimentos cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al nuevo coronavirus como una pandemia, si bien hasta ese momento las principales búsquedas estaban relacionados con el virus y con la enfermedad que provoca, el Covid-19.
Así se desprende de un trabajo realizado por investigadoras de la Universidad Politécnica de Madrid y el Instituto de Agroquímica y Tecnología de los Alimentos del CSIC (IATA_CSIC), quienes han estudiado las búsquedas a nivel mundial en Internet y plataformas de vídeo desde enero hasta abril de 2020 para evaluar cómo cambió la percepción de la enfermedad y las preocupaciones de los españoles en relación con la enfermedad y su alimentación durante el confinamiento.
Asimismo, las publicaciones e interacciones realizadas en la red social twitter en los meses de marzo y abril también han evidenciado una evolución en el tiempo de los intereses de la población respecto a la pandemia.
"Al principio la preocupación fundamental era comprar y almacenar alimentos, pero poco a poco se dejó paso a la sensación de incertidumbre por la crisis que se avecinaba", explica la investigadora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la UPM y coautora de este trabajo, Carolina Chaya.
Además, durante la fase de confinamiento estricto en España, del 30 de marzo al 14 de abril, las investigadoras realizaron una encuesta 'on line' a 362 consumidores para determinar sus hábitos de compra. Los resultados han evidenciado que los motivos por los que se compraban más algunos productos eran la salud (verduras y pastas) y la mejora del estado de ánimo (nueces, queso y chocolates).
Sin embargo, otros productos se compraron menos por tener una vida útil corta (pescado, mariscos) o porque se percibían como poco saludables (productos de bollería azucarados). Algunos participantes respondieron haber aumentado el consumo de chocolate, vino y cerveza, mientras que otros marcaron su disminución. Los motivos fueron la mejora del estado de ánimo para los primeros y la mejora de la salud física (control de peso) para los segundos.
Otra de las conclusiones del trabajo realizado por las expertas hace referencia al escaso nivel de visualizaciones de vídeos científicos por parte de los usuarios de las redes. Así, aunque las búsquedas realizadas sí hacían referencia en muchos casos a cuestiones relacionadas con la ciencia y que podían ser resueltas mediante la consulta a expertos, los resultados del estudio mostraban que los vídeos científicos no eran los más escogidos por los usuarios a la hora de resolver sus dudas.
"Pese a que las personas declararon que los científicos y expertos son la fuente de información más fiable, al buscar y ver videos, los científicos no son los más populares. Esto es algo que nos tiene que llevar a una reflexión más profunda sobre el modo en que podemos acercar la ciencia y la divulgación de la misma a los ciudadanos", ha zanjado la investigadora de la UPM.