MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Ante la llegada del invierno, Médicos del Mundo advierte sobre las consecuencias para la salud de la pobreza energética con el lanzamiento de la campaña 'La factura positiva de la luz', en la que informan de que la probabilidad de padecer bronquitis crónica, depresión y ansiedad es entre tres y cinco veces superior las personas que la sufren.
Así las cosas, desde Médicos del Mundo han explicado casos concretos de personas afectadas por este problema y cómo este repercute sobre su salud: "Benito necesita un respirador para dormir, pero sin luz no funciona. La silla de ruedas de María no se puede cargar y la deja postrada en la cama 24 horas al día. Adán tiene 5 meses y ya ha vivido dos hipotermias", especifican.
"La pobreza energética azota de forma grave a las personas más vulnerables: personas mayores en situación de extrema pobreza, familias que se han quedado sin ingresos o migrantes que por su situación administrativa irregular viven en condiciones de exclusión de forma precaria en asentamientos", apuntan, añadiendo que la falta de luz afecta a 6,8 millones de personas en España y a un tercio de la población mundial.
Además, alertan de que la falta de suministro eléctrico aumenta la mortalidad y numerosas patologías se ven afectadas en este contexto. "El riesgo para enfermedades cardiovasculares y respiratorias, gripe o asma es muy alto", especifican. "Debido a la falta de confort higrotérmico de la vivienda y/o al riesgo de impago y desconexión, las personas desarrollan enfermedades que en los casos más graves pueden suponer la muerte prematura", prosiguen.
"Antes atendíamos por frío en las calles. Ahora estas emergencias ocurren dentro de las casas", afirman desde Médicos del Mundo. Una de las causas es el alto precio de la luz, "que alcanza máximos históricos, pero también los bajos niveles de renta y el deficiente acondicionamiento energético de las viviendas", sostienen.
SITUACIÓN EN ÁFRICA
Esta situación es especialmente acuciante en África. Allí uno de cada cuatro hospitales no tiene luz eléctrica. "Sé que cuando viene un paciente y no hay luz el riesgo es mucho más alto", explica Bona, de Médicos del Mundo en Kabala (Sierra Leona).
"No hay nada tan angustioso como que un bebé necesite un respirador automático y la luz no funcione. La espera es durísima", añade Miriam, matrona y madre en Fadugu (Sierra Leona).
"La salud de miles de personas está en riesgo. Se trata de un problema que requiere de una respuesta urgente e inmediata. De nada sirve un respirador o una incubadora si no hay luz, y muchas veces esta es la diferencia entre la vida y la muerte", explica la presidenta de Médicos del Mundo España, Nieves Turienzo.