MADRID 27 Jun. (EUROPA PRES) -
La braquiterapia prostática se ha convertido en una de las mejores alternativas para el cáncer de próstata localizado, donde se ha observado muy buenos resultados en el 95 por ciento de los casos seleccionados en estadios iniciales, según ha explicado el doctor Alfredo Polo, de la Unidad de Oncología Radioterápica de la Clínica La Luz de Madrid, quien además aconseja su aplicación en casos de cáncer de próstata localmente avanzado en combinación de terapia externa.
Concretamente, se trata de una modalidad de administración de radioterapia que consiste en administrar radiación mediante fuentes de material radiactivo colocadas en el tumor o en proximidad con el tumor; este tratamiento que "tiene más de cien años de historia clínica" ha demostrado ya su gran utilidad también en el cáncer ginecológico o en el de mama.
Sin embargo es el cáncer de próstata el que mayor tasa de curación y mejor respuesta tiene ante esta técnica. El motivo, según explica Polo a Europa Press, se debe a que "este tipo de tumor es un modelo de enfermedad donde se ha demostrado que el aumento de la dosis de radiación se correlaciona con un mejor control de la enfermedad".
La braquiterapia "es una forma muy precisa de administrar una dosis muy alta de radiación en un volumen reducido", lo que la convierte en "una alternativa muy valida" al tratamiento con cirugía. De hecho, esta terapia, que está muy extendida en todo el mundo, se desarrolla en centros de referencia de prácticamente todas las comunidades autónomas.
Además, explica, "los beneficios son muy altos, las complicaciones por el perfil de toxicidad es muy tolerable por ser una terapia que se circunscribe muy bien al perímetro que debe ser radiado y, por tanto, la cantidad de radiación que llega a los tejidos circundantes s muy baja".
En el caso de cáncer ginecológico también se han observado buenos resultados, concretamente en cáncer de cuello de útero, donde se puede obtener respuesta positiva en más del 80 o 90 por ciento en estadios iniciales, y en cáncer de endometrio, donde la braquiterapia es un tratamiento adyuvante a la cirugía que permite reducir la tasa de recidivas hasta un 90 por ciento después de la cirugía.
Además con buenos resultados también se aplica la braquiterapia pediátrica, menos conocida puesto que "el cáncer en el niño se muy poco frecuente", pero "existen algunas localizaciones donde juega un papel muy importante"; por tratarse de un tratamiento poco empleado, no abundan tantos centros de referencia donde se aplique la técnica, aunque sí se encuentran "centros capaces de ofrecer braquiterapia pediátrica en conjunción con cirugía oncológica de muy buen calidad".
"La braquiterapia en realidad se usa en casi todas las localizaciones tumorales; además tiene muchísimas posibilidades terapéuticas, y, por tanto, sus posibilidades de aplicación son infinitas", afirma Polo, quien destaca su enfoque multidisciplinar, su uso en conjunción con cirugía, con radioterapia externa, la quimioterapia, etc.
REUNIÓN DE ALTO NIVEL
Polo participa hasta este vienes en la reunión del Comité de Braquiterapia de la Sociedad Europea de Oncología Radioteapíca, un encuentro que se realiza en la Clínica La Luz de madrid, y que recibe a los principales especialistas en este ámbito.
Dentro del encuentros participan los miembros del grupo de trabajo BRAPHYQS/UROGEC que se dedica al estudio de esta técnica, en general, y, en concreto, sobre el ámbito del cáncer de próstata.
"La reunión tiene un componente general y su desarrollo en el cáncer de próstata, más que avances vamos a tratar el control de calidad en braquiterapia prostática, que es de lo más importante a tener en cuenta", ha añadido.
En el encuentro participarán, entre otros, los doctores Frank-André Siebert, presidente del Comité de Braquiterapia de la ESTRO; Peter Hoskin, presidente del Comité sobre Cáncer Urológico de la ESTRO/UROGEC, y Mark Rivard, que será el próximo presidente de la Asociación Americana de Braquiterapia.