LONDRES, 5 Ago. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha anunciado este lunes una inyección de 1.800 millones de libras (unos 1.960 millones de euros) para introducir mejoras en el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés), en cumplimiento de una de sus grandes promesas de campaña.
Johnson utilizó el NHS como argumento para defender en 2016 la salida de Reino Unido de la UE, alegando que el dinero que se destinaba al bloque comunitario podría derivarse a mejorar la sanidad pública. Llegó a decir que Reino Unido podría gastar 350 millones de libras a la semana en sanidad si rompía con el bloque comunitario.
Ahora, ya como primer ministro, y con el horizonte del 31 de octubre como aparente fecha definitiva para el Brexit, Johnson ha confirmado un plan para mejorar instalaciones y equipos en todo el país.
Unos 850 millones de libras irán destinados a mejoras concretas en una veintena de hospitales, mientras que los 1.000 millones adicionales serán canalizados a través de programas de modernización que ya están en vigor, según un comunicado de Downing Street. Estos fondos se sumarán a los 33.900 millones de libras (36.900 millones de euros) que Reino Unido destina anualmente al NHS en sus presupuestos.
"Es momento de enfrentarnos al reto y garantizar que el NHS recibe los fondos que necesita", con el objetivo de "seguir teniendo la mejor atención médica del mundo", ha destacado Johnson en esta nota, en la que ha llamado a marcar una "verdadera diferencia" en las vidas tanto de profesionales como de pacientes.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha aplaudido el refuerzo presupuestario para "revitalizar" los hospitales y mejorar sus instalaciones, abriendo por ejemplo nuevas y mejores unidades. "Es solo el comienzo de nuestro Plan de Infraestructuras Sanitarias, cuyos beneficios notarán los pacientes en los próximos años", ha declarado.