BRUSELAS, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Bélgica obliga a partir de hoy a los granjeros a encerrar a todas las aves de corral, y no sólo a las que se encuentran cerca de humedales u otras zonas de riesgo como era el caso hasta ahora, con el objetivo de reducir al máximo el contacto con las aves silvestres y las posibilidades de contagio de la gripe aviar.
Los propietarios de pollos deberán cerrar de forma completa el terreno donde se encuentren, tanto por arriba como por los laterales, mediante redes que no dejen espacios superiores a los 10 centímetros de diámetro, de manera que las aves silvestres del tamaño de un pato no puedan atravesarlas.
Además, es obligatorio alimentar a los pollos en el interior, y si ello es imposible, al menos hay que cubrir el lugar donde comen los animales. El objetivo es evitar atraer a las aves silvestres.
Las autoridades belgas ya se han puesto en contacto con los avicultores y los propietarios de explotaciones de porcino para recomendarles que se vacunen contra la gripe clásica para que queden protegidos frente a una posible mutación entre la gripe aviar y la clásica. No obstante, de momento descartan vacunar a las aves, a diferencia de lo que han decidido en Francia y Países Bajos.
La policía vigilará que los granjeros respeten estas medidas de confinamiento, y en caso de incumplimiento se les puede sancionar con la confiscación o incluso con la destrucción de las aves de corral.
