Beber mucho agua, evitar las grasas y vigilar la higiene alimentaria, la receta para no sufrir diarrea este verano

Actualizado: viernes, 21 julio 2006 16:11

MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -

No cometer excesos con los fritos ni las grasas, beber mucha agua y cuidar la higiene personal y de los alimentos es la mejor forma de evitar contraer uno de los trastornos digestivos más comunes y que más aumentan en verano, la gastroenteritis infecciosa, cuyo principal síntoma es la diarrea.

En declaraciones a Europa Press Televisión, la Jefa de Servicio de Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Universitario La Paz de Madrid, Isabel Polanco, señaló que los cambios bruscos de alimentación que se producen en el periodo estival, especialmente durante las vacaciones, deben evitarse y apostar por mantener una "pauta de alimentación equilibrada".

En dicha pauta deben incluirse esencialmente las frutas y verduras, el pescado, la carne, las legumbres -"que pueden tomarse menos calientes o en forma de puré"-, y otros productos, pero siempre bajo la directriz de "comer un poco de todo y mucho de nada".

EL AGUA, INSUSTITUIBLE

La doctora Blanco hizo también especial hincapié en la importancia de beber mucho agua en esta época de calor, y en no intentar sustituirla por otros productos como las bebidas refrescantes, la leche o los zumos.

Además, el agua resulta un elemento indispensable para garantizar la higiene: la de los alimentos, por un lado, puesto que algunos como los huevos, según recomendó Blanco, conviene lavarlos antes antes de cascarlos, así como la fruta -aunque se pele-, y las verduras, "dejándolas 30 minutos en remojo con una gota de lejía y después, aclarándolas bien".

Y por otro, la de los objetos que entran en contacto con lo que comemos cuando se prepara -las encimeras, por ejemplo-, y la personal, lavándose las manos antes de manipular la comida. Todo ello para evitar que pueda contaminarse y desencadenar un trastorno digestivo.

ALIMENTOS ARRIESGADOS

Entre los alimentos que se contaminan con más frecuencia, la doctora mencionó el huevo. Pero para evitarlo, se pueden tomar algunas medidas preventivas básicas como: lavar la cáscara y evitar que ésta entre en contacto con el interior o con la encimera de la cocina, por si no está bien limpia.

El motivo es que la superficie de la cáscara es muy porosa y permite el paso de las bacterias con facilidad. Después, es recomendable secarlo con una toallita desechable y consumirlo en el plazo máximo de 24 horas, "aunque lo ideal es hacerlo inmediatamente".

Otro alimento que exige cuidado es la mayonesa. Al respecto, apostó por consumirla de bote y añadirle un chorro de limón "para reducir riesgos".

Por su parte, los dulces "siempre deben estar bien refrigerados" y hay que cuidar que los congelados no alteren la cadena del frío en el tiempo en que se tarda entre el supermercado y la nevera de casa. Para ello, lo mejor es coger estos artículos en último lugar al hacer la compra y guardarlos en una bolsa especial. Asimismo, destacó que resulta más seguro en estas fechas descongelar en la nevera que a temperatura ambiente.

COMO AFRONTAR LA GASTROENTERITIS

Si a pesar de haber tenido en cuenta todas estas instrucciones, o precisamente por no haberlo hecho, se sufre un trastorno infeccioso, lo más importante es "evitar la deshidratación". Por eso Blanco recomendó valerse de alguno de los rehidratantes que existen en el mercado pero "no de otras soluciones como las bebidas hipertónicas o los refrescos".

De igual forma, conviene evitar, según la doctora, la dieta absoluta "aunque haya diarrea". "Lo mejor es reiniciar la alimentación normal, pero sin incluir grasas ni alimentos fuertes, y los síntomas remitirán en cinco o seis días", añadió.

No obstante, este trastorno que se supera fácilmente en el caso de una persona sana, puede complicarse en el caso de ancianos y niños muy pequeños, por lo que aconsejó extremar las precauciones en estos casos.