El alcohol ayuda a las células del cerebro a soportar altos niveles de estrés que en otras personas desembocarían en demencia
CHICAGO, 30 Dic. (OTR/PRESS) -
Consumir con moderación --nunca en exceso-- bebidas alcohólicas, puede reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer, así como otras enfermedades que suponen la pérdida cognitiva, según determina un estudio realizado porespecialistas norteamericanos durante un años. Según los expertos, ésto ocurre debido a que, una ración de alcohol al día crea estrés en las células del cerebro ayudando a que cada vez sean más fuertes y que se conviertan en aptas para lidiar con estreses mayores a lo largo del tiempo. Esto les permite superar unos niveles que en otras personas podría desmbocar en demencia.
"El alcohol tiene una doble cara", dijo Michael Collins, profesor de la Loyola Medicine y director de la investigación, quien señaló que con esta frase lo que quiere decir es que estas bebidas "son perjudiciales si se abusa de ellas, pero en cantidades pequeñas pueden ser útiles en muchos aspectos". En este sentido, en un artículo publicado por la revista 'Alcoholism: Clinical and Experimental Research', recogido por otr/press, explica que lo que se puede considerar como un consumo 'normal' o moderado sería una o dos copas diarias de alcohol para los hombres, y una copa o menos al día para las mujeres.
"El aumento del consumo de alcohol en los últimos años y los daños patológicos que supone la ingesta son bien conocidos por la sociedad actual, que es quien ha tolerado que estas bebeidas formen parte de la vida cotidiana, por ello la adicción y el abuso de alcohol necesita recibir una atención prioritaria de médicos, científicos y otros profesionales de la salud", escribió Collins en la publicación intentando concienciar a las personas de "un consumo responsable, entre leve y moderado, de alcohol", porque así podrán, a través de él, obtener "determinados beneficios para la salud".
Así lo demuestran con el estudio que llevaron a cabo con varias personas a las que proporcionaron en dosis adecuadas vino, cerveza y otras bebidas alcóholicas durante un año. A través de la investigación descubrieron que una copa de vino es beneficiosa para los problemas cardiovasculares, sino que también reduce el riesgo de padecer enfermedades que suponen declive cognitivo, como el Alzheimer. Según Collins y su colega Edward Neafsey, ésto se debe a que un poco de alcohol puede, en la prática, mejorar el funcionamiento de las células del cerebro ya que causa estrés en las células y, por tanto, las convierte en aptas para lidiar con estreses mayores a lo largo del tiempo, una situación que, en otras personas puede desmbocar en demencia.
OTRAS ALTERNATIVAS A LA BEBIDA
En el estudio, los expertos recomiendan, así, que aquellos que beben de manera responsable durante el año, continúen con el hábito que les beneficiará en su salud. Sin embrago, como en la actualidad el abuso de alcohol es cada vez más frecuente, Collins y Neafsey destacan que aquellos que no beben no comiencen a hacerlo.
Para ellos, los investigadores destacan que también se puede reducir el riesgo de demencia con ejercicios físicos, dieta equilibrada en frutas, verduras, cereales, queso o frutos secos.