MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consumo moderado de las bebidas alcohólicas, al menos entre tres y cuatro bebidas a la semana con independencia del tipo de alcohol, se asocia con un 30 por ciento más de riesgo de recurrencia del cáncer de mama, según un estudio de la División de Investigación Kaiser Permanente en Oakland. Los resultados se han hecho públicos en un simposio sobre el cáncer de mama en San Antonio (Estados Unidos) de la Asociación Americana de Investigación del Cáncer.
Según explica Marilyn L. Kwan, responsable del estudio, "las mujeres diagnosticadas antes con cáncer de mama debería considerar limitar su consumo de alcohol a menos de tres bebidas por semana, en especial a las mujeres postmenopáusicas y con sobrepeso u obesidad".
Los científicos examinaron los efectos de alcohol sobre la recurrencia del cáncer y la mortalidad en el Estudio Epidemiológico de Vida después del Cáncer, un estudio prospectivo de 1.897 supervivientes de cáncer de mama diagnosticados con cáncer de mama invasivo en fase inicial entre 1997 y 2000.
Los investigadores reclutaron a participantes del registro del cáncer de Kaiser Permanente en California del Norte y compararon la recurrencia del cáncer en mujeres previamente diagnosticadas con cáncer de mama que bebían con un grupo de referencia de mujeres también diagnosticadas con la enfermedad pero que no consumían alcohol.
Los autores utilizaron un cuestionario para documentar la información sobre vino, cerveza y consumo de licor durante el año anterior. Cada año, las participantes también completaron información sobre su salud, incluyendo recurrencia del cáncer de mama, que se verificó con sus registros médicos.
Tras ocho años de seguimiento, los científicos descubrieron que 349 recurrencias del cáncer y 332 muertes por el cáncer y otras causas. Entre las bebedoras, el vino era la elección más popular, seguido de los licores y la cerveza.
El mayor riesgo de recurrencia parecía ser mayor entre los participantes que eran postmenopáusicas y sobrepeso u obesidad, y estaba presente de manera independiente al alcohol. El consumo de alcohol no se asociaba con la mortalidad global.
"Estos resultados pueden ayudar a las mujeres a realizar más decisiones informadas sobre su estilo de vida después de un diagnóstico de cáncer de mama", señala Kwan.
La investigadora añade que estos descubrimientos deberían confirmarse con más investigación debido a que pocos estudios se han dirigido a la influencia del alcohol sobre la progresión del cáncer de mama y el mayor riesgo de recurrencia se observó sólo en algunos subgrupos.