MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Federación Española de Hostelería (FEHR) calcula que la prohibición total de fumar en espacios públicos provocará el cierre de 70.000 establecimientos hosteleros y la pérdida de más de 200.000 puestos de trabajo.
Según el presidente de FEHR, José María Rubio, la entrada en vigor de una nueva ley antitabaco más restrictiva "sería la ruina para la hostelería". "El sector no está a favor del tabaco --aclaró Rubio-- pero sí está en contra de las grandes pérdidas económicas" que supondría el proyecto que tiene previsto "imponer" el Ministerio de Sanidad y Política Social.
En este sentido, el presidente de la patronal hostelera negó las supuestas presiones por parte de las tabacaleras para rechazar la ley argumentando que, "si el Gobierno decidiera prohibir la venta de tabaco en todos los locales de hostelería, FEHR diría que sí, y estaría a su lado".
Según las estimaciones de este organismo, "la pérdida de clientes estaría entre el 40 y el 45 por ciento", de acuerdo con los datos extraídos de la situación de Irlanda, "el único país de la Unión Europea donde se ha impuesto la prohibición total de fumar en hostelería", recordó Rubio.
La propuesta de la ministra Trinidad Jiménez llega "en el peor momento económico de la hostelería en los últimos 15 años", especialmente entre los pequeños bares "que ya sufren pérdidas cercanas al 25 por ciento", y de los locales de ocio nocturno, que podrían experimentar un impacto negativo incluso superior al 15 por ciento", afirmó el máximo responsable de FEHR.
REUNIONES EN CASA EN LUGAR DE EN EL BAR
El argumento que esgrime la federación para explicar la pérdida de clientes con la prohibición de fumar es que, "en España, acudir al bar está ligado a la socialización, y los grupos con personas fumadoras acuden a los bares donde se permite el consumo".
"La prohibición conllevaría que "las personas quedaran en casas en lugar de salir a los bares" y eso "no es cuestión de broma" en un país con un bar por cada 175 habitantes, apuntó el presidente de la patronal hostelera.
A este respecto, los datos de la Oficina Central de Estadística de Irlanda revelan que entre 2003 y 2007 (la prohibición se impuso en 2004) han cerrado el 8,6 por ciento de los restaurantes y el 24 por ciento de los bares. "Si en Irlanda, con un pub por cada 700 habitantes, sucede esto, como no va a afectar económicamente la medida en España", sentenció.
En opinión de los hosteleros, la ley antitabaco vigente desde 2006 "es una buena ley" y, "si algunos no la cumplen, deben ser las autoridades las encargadas de solucionarlo" sin tener que endurecerla para ello. De hecho, "su entrada en vigor hizo que los espacios para no fumadores en la hostelería pasaran del 0,5 por ciento a cerca del 50", añadió.
Además, la actual ley "cumple con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no vinculantes, que España suscribió en 2005 y que no contradicen a ninguna directiva de la Unión Europea", apuntó Rubio.
"MALA INTENCIÓN" POR PARTE DE SANIDAD
A este respecto, Rubio aseveró que Sanidad ha lanzado "argumentos inciertos y mal intencionados hacia la hostelería que no han hecho más que confundir a la sociedad". Las autoridades sanitarias "deberían preguntarse si el problema del tabaquismo es fumar o fumar en los bares", apuntó.
Asimismo, "resulta sarcástico que, por un lado, el Gobierno intente solucionar el problema del tabaquismo prohibiendo fumar en los establecimientos de hostelería y, por el otro, amplíe el número de puntos de venta e, incluso, proponga al sector que puedan seguir vendiendo tabaco a pesar de la prohibición", dijo el presidente de los hosteleros.
"Muchas gracias señora ministra --ironizó Rubio-- pero la venta de tabaco no es un negocio para los hosteleros", ya que "cada cajetilla vendida ofrece un margen bruto de 0,15 euros, lo que significa que para conseguir 700 euros de beneficio se deberían vender más de 4.500 cajetillas de tabaco al mes, muy lejos de la media de los bares españoles, que no llega a las 1.000 unidades vendidas", añadió.