NUEVA YORK, 25 Abr. (Reuters/EP) -
Bañarse con agua caliente para entrar en calor durante el invierno puede causar problemas en el corazón, ya que el estudio japonés 'Resuscitation' ha demostrado que la tasa de paros cardíacos se multiplica por diez en invierno respecto a verano.
La investigación, llevada a cabo por la Escuela de Enfermería y Medicina de la Prefectura de Kioto y dirigida por Chika Nishiyama, tiene un "especial significado" en Japón, donde los baños forman parte de la vida diaria y son usados como modo de entretenimiento, con un elevado número de personas que acuden a las aguas termales para relajarse.
"En Japón mucha gente toma largos baños calientes, algo tradicional en los hogares japoneses en los que no es usual disponer de calefacción central", ha afirmado Nishiyama.
El equipo basó su estudio en alrededor de 11.000 paros cardiacos en la ciudad de Osaka, entre 2005 y 2007. Así, antes de la insuficiencia cardíaca, el 22 por ciento había estado durmiendo; un 9 había tomado un baño; el 3 por ciento estaba trabajando, y un 0,5 por ciento hacía ejercicio. El resto no estaba haciendo nada específico o eran actividades desconocidas.
De hecho, cuando se examina el índice de paros cardíacos, los primeros puestos los ocupan personas que lo habían sufrido durante el baño, seguidos de aquellos que practicaban deporte. Para los bañistas, el riesgo estaba vinculado con la temperatura exterior, con más paros cardiacos en los días fríos.
Si bien aún no está claro cómo explicar esta relación, darse un baño caliente durante un día frío causa una caída rápida de la presión sanguínea, lo cual crea un estrés en el corazón. Por ello, Nishiyama ha aconsejado prevenir esta situación calentando el cuarto de baño o evitando tomar largos baños calientes.