Baleares.-La nueva tarjeta sanitaria se empezará a cobrar a desde el 2 de enero aunque la definitiva se expedirá en mayo

Carmen Castro
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 27 diciembre 2011 18:47

PALMA DE MALLORCA, 27 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los diez euros que costará para cada usuario la nueva tarjeta sanitaria inteligente se empezarán a cobrar a partir del día 2 de enero, si bien la tarjeta definitiva se expedirá a partir de mayo, por lo que entre este periodo se entregará una provisional.

El Servicio de Salud ha remarcado en un comunicado que este nuevo sistema permitirá luchar contra el fraude y acceder de manera rápida y segura al historial clínico de la persona titular. Además, ha recordado que la tarjeta incluirá un chip de seguridad, una banda magnética y una fotografía de la persona titular.

De esta manera, se facilita la identificación, se asegura que el uso de la tarjeta sea personal e intransferible y se evita posibles fraudes, como que varios usuarios empleen la misma tarjeta.

Además, el chip de identificación por radiofrecuencia permite acceder de manera segura, rápida y actualizada a la información clínica electrónica de la persona titular en cualquier lugar donde se disponga de un lector, siempre con su consentimiento o de quien actúe legalmente en su nombre, de acuerdo con la legislación vigente sobre la protección de datos.

Los ciudadanos de las islas deben solicitar la expedición o la renovación de la nueva tarjeta dirigiéndose a los diferentes centros de salud. Además, las personas que tengan una tarjeta con una vigencia posterior al 31 de diciembre de 2012 y que la renueven durante este año se beneficiarán de una reducción del 50% de la cuota y tendrán que pagar cinco euros. La persona titular recibirá una tarjeta sanitaria provisional mientras se tramita la tarjeta inteligente definitiva, que se expedirá a partir del mes de mayo.

Finalmente, el IbSalut ha remarcado que consignar datos falsos a la tarjeta sanitaria o hacer cualquier otro uso indebido o fraudulento implicará que se revoque. El personal sanitario exigirá a los usuarios que presenten la tarjeta y, en el caso de que detecten algún uso incorrecto, lo notificarán a los órganos competentes.