MADRID 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El descenso de las temperaturas está asociado a un aumento del riesgo de sufrir un ataque al corazón, según un estudio realizado por investigadores de la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM), en Reino Unido, publicado en 'British Medical Journal' y este martes en su edición 'on line'.
En concreto, el equipo dirigido por Krishnan Bhaskaran, de la LSHTM, ha descubierto que cada reducción de un grado centígrado en las temperaturas de un lugar en un sólo día está asociado con cerca de 200 infartos extra.
Antes de llegar a esta conclusión, los autores del trabajo analizaron los datos de 8.010 pacientes ingresados en el hospital con un ataque al corazón entre 2003 and 2006. Después compararon estas cifras con las temperaturas diarias registradas en Inglaterra y Gales.
Los resultados, tras ajustar factores como la contaminación del aire, la actividad gripal, la estacionalidad y las tendencias a largo plazo, desvelaron que una reducción de un grado centígrado en la temperatura media diaria estaba asociado con un incremento acumulado del 2 por ciento en el riesgo de ataque al corazón durante un periodo de 28 días. El mayor riesgo se registró dentro de las dos semanas de exposición.
La importancia de estos datos podría parecer pequeña, pero se estima que en Reino Unido pueden producirse cerca de 146.000 ataques al corazón cada año. Por ello, incluso un pequeño aumento de este riesgo se traduce en cerca de 200 ataques al corazón extra para cada grado centígrado que bajan las temperaturas en un sólo día.
Según Krishnan Bhaskaran, "la gente mayor, entre los 75 y los 84 años, y aquellas personas que han tenido antes enfermedades coronarías parecen ser las más vulnerables a los efectos de las bajas temperaturas". Por el contrario, apunta, "los pacientes que han estado tomando 'Aspirina' durante un largo periodo de tiempo parecían ser menos vulnerables".
"No hemos visto --añade-- que aumente el riesgo de sufrir infartos con las temperaturas altas, posiblemente porque las temperaturas en Reino Unido en raras ocasiones son muy elevadas, en términos globales". Así, dice, "los resultados de este trabajo sugieren que, incluso en verano, el riesgo de ataque al corazón sólo sube con el descenso de las temperaturas".
Según este investigador, ahora es necesario realizar más estudios para averiguar las medidas que se pueden poner en práctica para evitar que aumente este riesgo, como aconsejar a los pacientes --sobre todo a los más mayores-- que usen ropa adecuada y mantengan calientes sus hogares.