MADRID 23 May. (EUROPA PRESS) -
Dos nuevos estudios españoles han examinado, en adultos con apnea obstructiva del sueño, la efectividad de la reducción del riesgo de eventos cardiovasculares -incluyendo la presión arterial alta- del tratamiento con CPAP (siglas en inglés de 'presión positiva continua en la vía aérea'), según artículo publicado en la revista 'JAMA'.
La apnea obstructiva del sueño (AOS) afecta a entre un 3 y un 7 por ciento de la población en general, y es causada por el colapso de la vía aérea superior durante el sueño, lo que conduce a la asfixia transitoria. Los estudios han demostrado una asociación entre la AOS y la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares. El tratamiento de primera línea para pacientes con AOS sintomática es la CPAP, que actúa como una férula neumática para mantener la vía aérea superior abierta durante el sueño, y corrige la obstrucción.
Ferran Barbé, del Instituto de Investigación Biomédica de Lleida, y sus colaboradores, realizaron un estudio para evaluar el efecto del tratamiento con CPAP sobre la incidencia de la hipertensión, o los eventos cardiovasculares, en 723 pacientes con AOS, sin somnolencia diurna. El estudio clínico controlado aleatorizado se llevó a cabo en 14 hospitales universitarios en España, entre mayo de 2004 y mayo de 2006, con seguimiento hasta mayo de 2009. Los pacientes fueron asignados a recibir tratamiento con CPAP, o ninguna intervención activa -todos ellos recibieron asesoramiento nutricional y consejos de higiene del sueño. Los resultados primarios medidos en el estudio fueron la incidencia de la hipertensión arterial sistémica, o los eventos cardiovasculares.
Los pacientes del estudio se sometieron a seguimiento durante una media de 4 años, 357 en el grupo de CPAP, y 366 en el grupo control. Durante el estudio, fueron identificados un total de 147 pacientes con hipertensión, y 59 nuevos eventos cardiovasculares.
En el grupo de CPAP, se registraron 68 pacientes con hipertensión, y 28 nuevos eventos cardiovasculares (17 hospitalizaciones por angina inestable o arritmia, 3 accidentes cerebrovasculares no fatales, 3 insuficiencias cardíacas, 2 infartos de miocardio no fatales, 2 ataques isquémicos transitorios, y una muerte cardiovascular).
En el grupo control, se contabilizaron 79 pacientes con hipertensión, y 31 nuevos eventos cardiovasculares (11 hospitalizaciones por angina inestable o arritmia, 8 ataques cardiacos no fatales, 5 ataques isquémicos transitorios, 5 insuficiencias cardíacas, y 2 accidentes cerebrovasculares no fatales).
El análisis de los datos indica que el tratamiento con CPAP, en comparación con la atención habitual, no dio lugar a una reducción estadísticamente significativa en la incidencia de la hipertensión, o de los eventos cardiovasculares.
Sin embargo, los autores señalan que su estudio puede tener un poder limitado para detectar una diferencia significativa, y que un estudio más amplio, o de seguimiento más largo, podría identificar una asociación significativa entre el tratamiento y el resultado. Por otro lado, un análisis post hoc sugirió que el tratamiento con CPAP puede reducir la incidencia de la hipertensión, o los eventos cardiovasculares, en pacientes que utilizan CPAP durante 4, o más, horas por noche".