Baja actividad física en la adolescencia se vincula al cáncer cerebral

Actualizado: martes, 6 octubre 2009 21:03

MADRID 6 Oct. (EUROPA PRESS) -

El glioma, una forma de cáncer cerebral mortal en la mayoría de los casos, podría estar vinculado a la actividad física realizada durante la adolescencia, según un estudio del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos que se publica en la revista 'Cancer Research'.

Según explica Steven C. Moore, responsable del estudio, "nuestros descubrimientos sugieren que los factores biológicos asociados al gasto de energía y al crecimiento durante la adolescencia podrían jugar un importante papel en el glioma. Este indicio podría ayudar a los investigadores a comprender mejor las importantes características de la biología del glioma y los posibles factores del estilo de vida modificables que podrían ser importantes para prevenir esta enfermedad".

Los gliomas son el tipo más común de cáncer cerebral, constituyen casi el 80 por ciento de los cánceres del cerebro y el sistema nervioso central. Aunque se sabe poco sobre sus causas, algunas evidencias sugieren que exposiciones ambientales durante la infancia y la adolescencia podrían tener un importante papel en su origen.

Los científicos examinaron si marcadores de gasto y consumo energético en los inicios de la vida como actividad física, índice de masa corporal (IMC) y estatura, se asociaban con el riesgo de glioma.

Cerca de 500.000 hombres y mujeres que participaban en un estudio sobre dieta y salud de los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos completaron un cuestionario inicial entre 1995 y 1996 sobre consumo dietético y otros factores de estilo de vida. Después, los investigadores siguieron a los participantes durante ocho años e identificaron 480 casos de glioma.

Los participantes que fueron físicamente activos durante la adolescencia tenían un menor riesgo de glioma de alrededor del 36 por ciento en comparación con aquellos inactivos. Los investigadores también descubrieron que quienes estaban obesos en la adolescencia tenían un riesgo mayor de padecer la enfermedad de entre tres a cuatro veces que en aquello con peso normal. Moore advierte sin embargo que dentro del estudio no existían muchas personas que hubieran sido obesas durante la adolescencia.

Además los investigadores confirmaron los resultados de estudios previos que vinculaban estatura con mayor riesgo de glioma: las personas más altas tenían el doble de riesgo de padecer este cáncer que los más bajos.

"Aparte de nuestro descubrimiento sobre la estatura, que ya había sido descrito antes, estos resultados fueron sorprendentes. Pero hasta donde sabemos nadie ha examinado antes los riesgos de glioma relacionados con el equilibrio energético en la infancia y la adolescencia", añade Moore.

Los investigadores descubrieron que la asociación entre actividad física y riesgo de glioma no era consistente a lo largo de toda la vida: ni la actividad física ni la obesidad en la vida adulta se asociaban con la enfermedad. Por último, los autores consideran que serán necesarios estudios adicionales para confirmar estos descubrimientos, en especial la asociación con la obesidad debido al bajo número de participantes con esta característica que se incluían en el trabajo.