BARCELONA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un estudio liderado por investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) ha descrito uno de los mecanismos por el que las poblaciones bacterianas patógenas controlan su dispersión por los órganos que infectan, paralizándose ante la presencia de antibióticos y retomando su actividad cuando éstos disminuyen.
Según informó la universidad, este proceso está protagonizado por la proteína RecA, que aumenta significativamente su concentración cuando se pone en marcha el mecanismo de reparación del material genético de las bacterias desencadenado por los antibióticos.
Para desarrollar su proceso infeccioso, muchos patógenos bacterianos se desplazan colectivamente sobre la superficie de los órganos facilitando su colonización masiva, con la consecuente producción de toxinas y sustancias que lesionan los tejidos del huésped.
Este desplazamiento --conocido como 'movimiento en enjambre'-- es parecido al movimiento de las abejas y otros animales y, aunque algunos datos sobre su naturaleza ya habían sido descritos, no se conocían los mecanismos que controlan su activación e inhibición.
La investigación, publicada en 'Infection and Inmunity', desvela por primera vez la relación entre el mecanismo de reparación del material genético de las bacterias --llamado proceso SOS-- y su movimiento en enjambre.
Según este hallazgo, los antibióticos sólo afectan a las células del exterior del enjambre, que actúan como sensores de la presencia del antibiótico, activando el mecanismo molecular SOS y evitando el efecto del fármaco sobre el resto de la población bacteriana.
Con esto, los investigadores pueden acceder al diseño de dianas que bloqueen la acción del RecA y aumentar así la sensibilidad de las bacterias a los medicamentos.
Los científicos se basaron en la bacteria 'Salmonella enterica', un grupo bacteriano al que pertenecen numerosas especies patógenas causantes de enfermedades en el sistema digestivo y respiratorio, así como infecciones septicemias e infecciones sistémicas.
En el estudio también han participado investigadores del Instituto de Agrobiotecnología, de la Universidad Pública de Navarra, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).