MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los ratones hembra que carecen de un componente químico denominado serotonina dan lugar a una descendencia con un amplio rango de anomalías del desarrollo, según un estudio de la Universidad Pierre y Marie Curie de París (Francia) que se publica en la edición digital de la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS).
La serotonina, que quizás es mejor conocida por ser un mensajero químico del cerebro, regula un amplio espectro de funciones corporales como los procesos cardiovasculares, los ciclos del sueño y la vigilia, los movimientos intestinales y el desarrollo inicial del embrión.
La influencia de la serotonina sobre el embrión comienza antes de que las células embrionarias que producen este componente existan, lo que sugiere que la madre es el origen más probable de la serotonina. Para determinar la importancia de la serotonina materna sobre el desarrollo, los científicos crearon ratones que carecían de una enzima (TPH1) que produce serotonina en los tejidos periféricos.
Los ratones que nacieron de madres que carecían de esta enzima eran entre un 15 y un 30 por ciento más pequeños que aquellos nacidos de madres con la producción normal de serotonina, independientemente de si la camada mostraba una producción normal o deficiente de serotonina. Además, los embriones de las madres deficientes de serotonina mostraban anomalías en el desarrollo del cerebro y otros tejidos.
Los investigadores concluyen que la serotonina materna es esencial para el desarrollo normal embrionario, un descubrimiento que podría ayudar a explicar cómo algunos trastornos, como el autismo y el síndrome del intestino irritable, se dan en determinadas familias incluso cuando no existen evidencias de transmisión genética.