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MADRID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un incremento de la variabilidad entre una visita y la siguiente para la lectura de la presión arterial, independientemente de la presión arterial media, podría estar relacionada con la función cognitiva durante la vejez en los que ya están en alto riesgo de enfermedad cardiovascular, sugiere un estudio publicado en 'British Medical Journal' (BMJ).
Cada vez hay más pruebas de que los factores vasculares contribuyen al desarrollo y la progresión de la demencia. Esto es de especial interés porque los factores cardiovasculares pueden ser objetivos modificables y así existe potencial para reducir el deterioro cognitivo y la incidencia de la demencia. La variabilidad de la presión arterial se ha relacionado con daño cerebrovascular y se ha demostrado puede aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular.
Se ha sugerido que una mayor variabilidad de la presión arterial podría potencialmente conducir al deterioro cognitivo a través de cambios en las estructuras del cerebro. Investigadores de la Universidad de Leiden (Países Bajos), 'University College Cork' (Irlanda) y la Universidad de Glasgow (Reino Unido), estudiaron la asociación de la variabilidad de la presión arterial (independiente de la presión arterial media) con la función cognitiva en personas mayores en alto riesgo de enfermedad cardiovascular.
Todos los datos se obtuvieron del estudio 'PROSPER', que investigó el efecto de las estatinas en la prevención de eventos vasculares en hombres y mujeres mayores, con datos de 5.461 individuos de 70 a 82 años en Irlanda, Escocia y Países Bajos, durante un seguimiento medio de tres años. Tanto la presión sistólica (la presión máxima) como la diastólica (presión mínima) se midieron cada tres meses en la misma clínica, calculando la variabilidad entre estas mediciones y utilizándola en los análisis.
El estudio uso datos sobre la función cognitiva poniendo a prueba la atención selectiva y el tiempo de reacción, la velocidad cognitiva general, el rendimiento inmediato y la memoria. Los resultados mostraron que la variabilidad de la presión en cada visita al centro médico se asoció a un peor rendimiento en todas las pruebas cognitivas, unos resultados que fueron consistentes después de ajustar por enfermedad cardiovascular y otros factores de riesgo.
Las principales conclusiones del estudio fueron: la mayor variabilidad de la presión arterial en las visitas para su lectura se asocia a un peor rendimiento en las diferentes pruebas cognitivas; una mayor variabilidad se asocia con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular y estas dos asociaciones son independientes de diversos factores de riesgo cardiovascular, en particular, la presión arterial media.
El investigador Simon Mooijaart, del Centro Médico de la Universidad de Leiden, Países Bajos, dice que en el estudio de más de 5.000 participantes con mediciones de la presión arterial de más de tres años, se demostró que la alta variabilidad de la presión arterial sistólica y diastólica está asociada con un peor rendimiento en diferentes áreas de la función cognitiva, incluyendo la atención de selección, la velocidad, la memoria verbal inmediata y la memoria verbal.
Los investigadores añaden que todavía no está claro si la mayor variabilidad de la presión arterial es una causa o consecuencia de la función cognitiva. Estos expertos sugieren varias explicaciones para sus resultados: en primer lugar, que la variabilidad de la presión arterial y el deterioro cognitivo podrían surgir de una causa común, con el factor de riesgo cardiovascular como el candidato más probable.
En segundo lugar, apuntan que la variabilidad puede reflejar una inestabilidad a largo plazo en la regulación de la presión arterial y el flujo de la sangre a los órganos clave en el cuerpo. En tercer lugar que las fluctuaciones exageradas en la presión arterial podrían resultar en que el cerebro no recibe suficiente sangre, lo que puede causar lesión cerebral y conllevar un deterioro de la función cognitiva.
Los investigadores concluyen que la mayor variabilidad de la presión arterial independiente de la presión arterial media puede ser un factor de riesgo potencial con un peor rendimiento cognitivo en personas mayores con alto riesgo de enfermedad cardiovascular. Dado que la demencia es un problema importante de salud pública, creen necesarios más estudios para determinar si la reducción de la variabilidad de la presión arterial puede disminuir el riesgo de deterioro cognitivo en la vejez.