Aumentan las dolencias cardiovasculares y hepáticas en pacientes con VIH

Actualizado: jueves, 1 octubre 2009 18:38

MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un estudio con participación española ha constatado en pacientes con VIH un incremento de enfermedades no asociadas directamente con el sida, sobre todo de índole cardiovascular, hepáticas, renales y metabólicas, según los datos presentados en el simposio 'Entiendo mejor el escenario terapéutico del paciente VIH en nuestros días' que se ha celebrado en Madrid.

En dicho estudio se pone de manifiesto como, a pesar de que los nuevos antirretrovirales permiten que la carga viral del VIH se reduzca a niveles indetectables en la mayor parte de los pacientes, las muertes asociadas a esta inmunodeficiencia siguen siendo altas.

De este modo, según explica el doctor Esteban Martínez, del Hospital Clínic de Barcelona, "si en una persona de 60 años o más no es raro que aparezca alguna enfermedad crónica, en los pacientes seropositivos de la misma edad o incluso más jóvenes hay más riesgo de que se produzca una o más enfermedades crónicas, y, además, con peor pronóstico".

Como señala el estudio, las complicaciones hepáticas y los tumores no relacionados con el sida se han convertido en las principales causas de muerte en los pacientes tratados. En el caso del cáncer su incidencia es más alta, "sobre todo si están gravemente inmunosuprimidos", advierte este experto.

Este incremento se atribuye en parte a la mayor longevidad pero "también puede reflejar las consecuencias de una activación incrementada del sistema inmune", explica Martínez. Uno de los factores que contribuye a la aparición del cáncer, sobre todo el de células escamosas anales, de cabeza y cuello, es el virus del papiloma (VPH). Los pacientes con VIH, revela el estudio, tienen "una alta prevalencia, incidencia y baja erradicación de la infección por VPH y, por lo tanto, una mayor probabilidad de progresión al cáncer debido a la inomunosupresión.

Otras patologías que están creciendo en los pacientes con VIH/sida, según el jefe de Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, Santiago Moreno, son las cardiovasculares, cuya incidencia es superior a la de la población general con los mismos factores de riesgo y que atribuye en parte a la toxicidad de algunos tratamientos, así como a la capacidad infecciosa del virus en las células endoteliales.

Por eso insiste en la recomendación de los autores del estudio, que piden que "la selección de la combinación antirretroviral debería ser individualizada con precisión en cada paciente en relación con los lípidos y el perfil cardiovascular".