MADRID 13 May. (EUROPA PRESS) -
En los últimos años han aumentado los casos de hipertensión arteria en España a causa del estrés, bien laboral o emocional, según ha explicado el especialista en Medicina Interna de USP San Camilo, el doctor Jacinto Valverde, con motivo del Día Internacional de la enfermedad que se celebra este sábado, 14 de mayo.
Esta hipertensión emocional, también conocida como 'hipertensión de bata blanca' por producirse a menudo entre el personal sanitario, se produce en aquellas personas sometidas a una fuerte presión laboral o en situación de estrés personal o familiar. Esta dista de la enfermedad como tal porque no es crónica ya que se trata de un aumento transitorio de la presión.
"Se dispara puntualmente la cifra de hipertensión arterial, sobretodo la sistólica, pero en vez de ser tratada con fármacos antihipertensivos se corrige mejor cuando se trata con tranquilizantes o ansiolíticos y, al tratarse de un problema del entorno, es recomendable cambiar los hábitos de vida", ha explicado en declaraciones a Europa Press.
La hipertensión arterial afecta a más del 40 por ciento de la población y es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares, como el infarto de miocardio, los accidentes vasculares cerebrales, la insuficiencia cardiaca, entre otras.
"Lo primero que hay que saber es que es una enfermedad crónica que la mayoría de las veces detectarla es no demasiado difícil, y que, por este motivo, a una gran mayoría se le detecta tarde, con lo que pueden ya verse afectado por alteraciones relacionadas con la enfermedad", explica.
Por tanto la primera recomendación del especialista a la población en general es acudir al médico de cabecera para hacer una prueba de despistaje de hipertensión, sobre todo por encima de los 40 años recomienda el control periódico. "Controlando la cifra de presión arterial en sus inicios podemos evitar la mayoría de los problemas cardiovasculares que la enfermedad puede producir a largo plazo", añade.
Y es que se trata de una patología que puede afectar a muchos órganos como el corazón, cerebro, y a cualquier parte del sistema circulatorio. Por eso también es importante "hacer hincapié" en cuidar la alimentación, no abusando de la sal y el alcohol, dejar hábitos tóxicos como el tabaco, y hacer ejercicio.
Lamentablemente, añade, "los hábitos alimenticios en España que están cambiando, hay que cuidar el peso hacer un ejercicio moderado, dieta sin abusar de sal, deshacerse de hábitos toxico y no abusar del alcohol. "Con esas pequeñas pinceladas, y mentalizando a la población de que lo más importante es el diagnóstico precoz se conseguirían reducir los casos de hipertensión".
El perfil del enfermo suele ser una persona obesa o con sobrepeso, que normalmente tiene problemas de colesterol; con una dieta pobre y la mayoría de las veces fumador, aunque, añade, "también influye mucho los antecedentes familiares", ya que está probado que "en estos casos es más fácil desarrollarla". No obstante, recuerda, en más del 80 por ciento las causas que producen esta patología son desconocidas.
AUMENTAN LOS CASOS, SE REDUCE LA MORTALIDAD
Una vez diagnosticado, el doctor Valverde añade la importancia de una dieta equilibrada sin abusar de la sal, "lo que no significa que el enfermos esté condenado a no probar la sal"; acudir al medico para que mensualmente se haga un control arterial; seguir la medicación que le indique el medico, y un poco de ejerció y control del peso.
En los últimos años ha avanzado mucho el tratamiento de estos pacientes, así han aparecido en el mercado una gran cantidad de farmacología que asegura un buen tratamiento de la hipertensión. "Es difícil que un paciente no pueda ser controlado con la cantidad de fármacos de distintas familias que se complementan unos con otros, en este sentido en España tenemos una amplísima gama de hipertensivos que se pueden acomodar a cada paciente y patología añadía".
Según su experiencia, ha aumentado en los últimos años atrás en España el número de pacientes, en gran medida por el sedentarismo creciente y la perdida de hábitos alimenticios saludables. Sin embargo, la mortalidad ha descendido mucho, aunque "hay que seguir insistiendo en ser precoz en el diagnostico", concluye.