WASHINGTON, 27 Ene. (OTR/PRESS) -
La aspirina puede ser la solución para los millones de personas que sufren problemas de hígado como efecto secundario de otras medicinas, el abuso del alcohol o enfermedades de hígado relacionadas con la obesidad, según un estudio elaborado por la Universidad de Yale recogido por otr/press en el Journal of Clinical Investigation. Los expertos creen que este descubrimiento podría resucitar algunas medicaciones de diferentes enfermedades que se habían desterrado por sus efectos secundarios en el hígado. De este modo, si ahora se combinan con aspirina no habría problema para muchos enfermos.
Los documentos elaborados a raíz de este estudio, realizado sobre ratones, destacan que la aspirina redujo la mortalidad causada por una sobredosis de paracetamol. Esto, tratado más profundamente mostró que existe una clase de moléculas conocidas como TLR, que bloquean los receptores que provocan la inflamación, por lo que tienen un efecto similar al de la aspirina. De este modo, estos agentes parecen trabajar reduciendo la inflamación provocada por la herida, unos resultados que sugieren que la aspirina puede ayudar a prevenir y tratar los problemas de hígado, según explicó Wajahat Mehal, de la Sección de Enfermedades Digestivas y Departamento de Inmunobiología en Yale.
"Muchos agentes como las medicinas o el alcohol causan daños en el hígado, y hemos encontrado dos modos de bloquear la principal responsable de estas consecuencias" señaló Mehal, quien añadió: "Nuestra estrategia debe ser usar la aspirina diariamente para prevenir daños en el hígado, pero si esto ocurre, usar las moléculas TLR para tratarlo".
COMBINAR CON OTROS TRATAMIENTOS
Así, estos expertos creen que muchos buenos tratamientos médicos de otras enfermedades que hasta ahora habían sido desterrados por sus efectos secundarios en el hígado, pueden resucitar si se combinan con la aspirina. "Esto ofrece la posibilidad apasionante de reducir mucho dolor y sufrimiento en pacientes con enfermedades de hígado, usando este nuevo tratamiento y muy práctico" dijo Mehal.
Otros investigadores de Yale que contribuyeron a este estudio son Avlin Imaeda, Azuma Watanabe, Adnan Sohail, Shamail Mahmood, Mehdi Mohamadnejad, Fayyaz Sutterwala, y Richard Flavell. Además, también colaboraron miembros del National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases, la Fundación Ellison y el Howard Hughes Medical Institute, que financió el estudio.