MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), ante la negociación próxima del nuevo convenio de asistencia sanitaria del mutualismo administrativo, reclama una retribución "justa" a los hospitales por atender a los mutualistas.
Por ello, pide un análisis del modelo de financiación que considere la situación de los prestadores de asistencia sanitaria, los hospitales, que son los que "atienden los costes derivados de la atención sanitaria de los mutualistas".
La patronal de la sanidad privada considera que los proveedores sanitarios que atienden a mutualistas de MUFACE, MUGEJU e ISFAS no reciben una retribución adecuada, debido a que la prestación de servicios a estos pacientes "resulta deficitaria en muchos casos para cubrir los costes directos de asistencia".
Para ASPE, esta situación se debe a que las tarifas actuales crean un "desajuste financiero" para los centros sanitarios, que "deben responder ante el progresivo incremento de la edad media de los mutualistas y el aumento de la frecuentación asociada". Además, asegura que las tarifas para pacientes provenientes del mutualismo administrativo son un 10 por ciento inferiores en comparación con las aplicadas a los asegurados de las compañías de salud, lo que "agrava aún más el déficit en la prestación de servicios".
En este sentido, ASPE subraya que "es fundamental que las aseguradoras distribuyan de manera equitativa las subidas de primas entre todas las partes implicadas en la atención sanitaria, garantizando que los hospitales reciban una compensación justa por los servicios prestados a los mutualistas". Tal y como señala el informe ’El mutualismo administrativo: Modelo predictivo sobre la elección de los mutualistas y escenarios futuros’, elaborado recientemente por la Cátedra de Salud Sostenible y Responsable de la Universidad Complutense de Madrid, se estima que -en los últimos años- las entidades aseguradoras solo han trasladado el 50 por ciento de la subida de la prima a los prestadores, siempre teniendo en cuenta que este impacto puede variar en función del prestador, la compañía aseguradora, la ubicación geográfica y la actividad a realizar.
En el caso de centros más pequeños o médicos con consulta propia, incluso es posible que la mejora que les hayan trasladado las compañías aseguradoras sea sensiblemente inferior, apuntan desde ASPE. "Es necesaria una revisión de las tarifas para asegurar que los centros sanitarios puedan continuar ofreciendo atención de calidad sin enfrentar pérdidas económicas", ha indicado el presidente de ASPE, Carlos Rus.
En caso contrario, y de no incrementarse la financiación de forma adecuada, muchos centros hospitalarios podrían verse forzados a no seguir ofreciendo sus servicios a los mutualistas, advierte la patronal.
"SITUACIÓN INSOSTENIBLE"
Para ASPE, la financiación insuficiente genera una "situación insostenible, afectando la accesibilidad del mutualista a la atención sanitaria y provocando mayores tiempos de espera debido a que, o bien las aseguradoras limitan sus cuadros médicos, o bien algunos prestadores se ven obligados a no continuar ofreciendo el servicio por las bajas tarifas actuales.
La reducción de los centros y hospitales concertados está ocasionando, por ejemplo, importantes inconvenientes para pacientes oncológicos, que han tenido que ser derivados a otros hospitales, así como para pacientes diabéticos, que ven limitadas las ubicaciones en las pueden recoger el material para el control de su enfermedad, explican desde la patronal. Igualmente, aseguran que los mutualistas de zonas rurales se están teniendo que desplazarse a más distancia para poder ser atendidos.
En este sentido, indican que el concierto vigente para el periodo 2022-2024 tenía previstas subidas progresivas de primas con el objetivo de lograr un aumento total del 10 por ciento en el último año en comparación con el concierto anterior. Sin embargo, estas subidas se han revelado "insuficientes" para cubrir el aumento de los costes de la prestación sanitaria. "O se busca una financiación adecuada que involucre a todos los agentes implicados o el modelo está destinado a desaparecer, con las terribles consecuencias que esto conllevará en términos de incremento de las listas de espera. Un incremento que la Universidad Complutense estima en un 266 por ciento para consulta externa y en un 115 por ciento para una intervención quirúrgica", ha destacado Rus.
Según el informe de la UCM, el modelo actual de MUFACE ahorra al Estado más de 890 millones de euros al año y su desaparición supondría para la sanidad pública un impacto económico de más de 1.000 millones de euros al tener que absorber la asistencia de todos los mutualistas.