Asocian una patología poco frecuente del embarazo y la malaria

Embarazada
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 23 abril 2013 16:58

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

La corangiosis, una enfermedad poco frecuente en las mujeres embarazadas que sufren de bajos niveles de oxígeno en sangre, puede estar relacionada con la malaria, según los datos preliminares de un proyecto, presentado por la estudiante Ashley McMichael, de la Universidad Estatal de Albany, en Nueva York (Estados Unidos), en la conferencia de Biología Experimental 2013 que se celebra en Boston (Estados Unidos).

La investigación se puso en marcha a raíz de un comentario realizado por un colaborador de Julie Moore, experto en malaria de la Universidad de Georgia, que estaba visitando a su colaborador, el patólogo pediatra Carlos Abramowsky en Atlanta (afiliado a la Universidad de Emory), armado con diapositivas de tejidos placentarios recogidos de mujeres que viven en el oeste de Kenia, una región donde la malaria es endémica. Mientras veían las diapositivas, Moore recuerda que Abramowsky comentó, "Vaya, éste es un caso muy interesante de corangiosis". Y su reacción fue, "Oh, ¿qué es corangiosis?".

Corangiosis es una enfermedad poco frecuente en las mujeres embarazadas que sufren de bajos niveles de oxígeno en sangre y estos pueden ser causados por enfermedades, fumar o vivir en altitudes elevadas. Los niveles bajos de oxígeno en la sangre de la madre deja al feto exigiendo un mejor acceso al oxígeno,por lo que se producen cambios en la placenta mediante la formación de más vasos sanguíneos.

Sin embargo, los bebés que nacen con corangiosis en la placenta tienen un alto riesgo de bajo peso al nacer y otras complicaciones. No hay métodos disponibles para comprobar la corangiosis, por lo que los médicos no tienen manera de saber de antemano si la mujer o el feto está en peligro.

"Me senté a analizar más cortes de tejido y me di cuenta de que había bastantes más casos de esto", dice Moore, para quien la conexión entre corangiosis y malaria era tentadora. Los efectos de la malaria en la placenta se han "estudiado por los patólogos desde principios del siglo XX", señala, pero añade que nadie había mencionado haber visto corangiosis en las mujeres embarazadas infectadas con malaria.

Durante las últimas décadas, la investigación de la malaria en mujeres embarazadas ha demostrado que la placenta se ve afectada durante la enfermedad, de la cual es mayoritariamente responsable en África el parásito Plasmodium falciparum. Una de las cosas que el parásito hace es secuestrar las células rojas de la sangre y exportación de algunas de sus propias proteínas sobre la superficie de las células para hacerlas pegajosas, por lo que se aferran a los vasos sanguíneos.

El parásito hace esto para evitar ser eliminado del bazo, órgano cuya función es la de deshacerse de células sanguíneas anormales. Pero en el caso de las mujeres embarazadas, la placenta se convierte en otro punto donde las células de la sangre modificadas por el parásito se pegan como los insectos al papel matamoscas.

Moore estaba interesado en ver si la acumulación de las células de la sangre infectadas por el parásito en la placenta desencadena corangiosis, por lo que le encargó a McMichael y una técnica, Samantha Burton, ver si el crecimiento de vasos sanguíneos en la placenta se podría ver en las mujeres que se infectaron con malaria. McMichael y Burton desarrollaron un ensayo de microscopía que les permitió anotar el número de vasos sanguíneos fetales que veían en cada muestra de placenta.

Aunque los datos son preliminares y aún no se han sometido a revisión por pares, Moore dice que han visto un aumento estadísticamente significativo en el número de vasos sanguíneos en la placenta de la mujer que tenía malaria en toda regla durante las últimas etapas del embarazo en comparación con las que, o bien no estaban infectadas o habían tenido una infección antes del embarazo. "Estamos convencidos de que hay una asociación entre la infección por malaria activa y el aumento de los vasos sanguíneos", dice Moore.

Moore explica que el objetivo final es comprender los mecanismos moleculares que intervienen para que los investigadores puedan desarrollar formas de diagnosticar corangiosis y otros indicadores de estrés placentario y fetal en mujeres embarazadas, infectadas por la malaria. "Tenemos que entender las patologías antes de que podamos descubrir nuevas maneras de hacer pruebas", concluye.