Asocian las digestiones pesadas con alteraciones parecidas al síndrome del intestino irritable

Instituto de Investigación Vall d'Hebron
VHIR
Actualizado: miércoles, 8 mayo 2013 13:59

BARCELONA, 8 May. (EUROPA PRESS) -

Un equipo del grupo de investigación en Fisiología y Fisiopatología Digestiva del Hospital de la Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) ha asociado la dispepsia funcional --digestiones pesadas-- con alteraciones "muy parecidas" a las del Síndrome del Intestino Irritable.

Según ha informado este miércoles la Conselleria de Salud de la Generalitat y el VHIR en un comunicado conjunto, los científicos han descrito "alteraciones estructurales en el duodeno de pacientes con digestiones pesadas", un problema considerado hasta ahora más funcional que orgánico.

Sin embargo, por primera vez, este estudio describe "alteraciones biológicas" asociadas a este problema --no sólo funcionales--, que se fundamentan en cambios a nivel de la mucosa del duodeno que se traducen en una mayor permeabilidad de la barrera intestinal e inflamación, lo que arroja luz al origen molecular de la enfermedad.

Los resultados de este estudio, publicados en la revista 'GUT', permitirán, a largo plazo, "identificar dianas de diagnóstico y terapéuticas específicas para esta enfermedad".

El hallazgo supone, tal y como sucedió en 2012 con el síndrome del intestino irritable, "un cambio de paradigma respecto a la Dispepsia Funcional e incorpora una nueva visión sobre esta enfermedad".

"El origen de la enfermedad es muy parecido, aunque con manifestaciones en diferentes localizaciones del tubo digestivo", ha explicado el representante de esta línea del estudio del grupo de investigación, Javier Santos, quien ha señalado la enorme similitud entre estos hallazgos a nivel de la mucosa duodenal y los encontrados en el resto del intestino en relación con el síndrome.

20-40% DE LA POBLACIÓN

Las digestiones pesadas afectan a un 20-40% de la población y suelen producir síntomas en la parte alta del aparato digestivo, como malestar abdominal, dolor y quemazón epigástrico, sensación de plenitud, náuseas, vómitos, y casi siempre asociados con la ingestión de alimentos.

La enfermedad puede manifestarse de forma puntual --y ser reversible--, o bien crónica, lo que puede deberse a lesiones patológicas evidentes, como tumores, úlceras gástricas o duodenales.

En más de la mitad de los casos, cuando se descartan lesiones orgánicas, se atribuye la enfermedad al estrés o trastornos emocionales, lo que concretamente se llama Dispepsia Funcional, una patología muy común pero muy desconocida y sin un tratamiento eficaz más allá del sintomático.

El nuevo descubrimiento ha desvelado que existe también algún tipo de alteración y deterioro de la función de la barrera intestinal del duodeno, por lo que "dada la larga duración y dificultades en el tratamiento de esta enfermedad, cualquier novedad en la fisiopatología de la dispepsia puede suponer un gran cambio para estos pacientes".