MADRID 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Grupo de Investigación RETIC Alergia Infantil del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe, de Valencia, han determinado la influencia de la obesidad y las alteraciones en el patrón de citoquinas en el desarrollo y mantenimiento del asma en la edad infantil., según exponen los resultados de su estudio 'Levels of interleukins in children with asthma and/or overweight', publicado en la revista 'Allergy'.
El grupo, liderado por el doctor Antonio Nieto, determinó la asociación de estas dos patologías, que sin embargo, no obedece a relaciones casuales, sino que pueden tener factores etiopatogénicos comunes.
"Esta asociación se ha venido atribuyendo a un círculo vicioso de dificultad respiratoria-limitación para el ejercicio-vida sedentaria-ganancia de peso y podría explicar casos de sobrepeso en niños con asma moderada-grave, con una significativa intolerancia al ejercicio físico", destacó Nieto.
Sin embargo, esto no justificaría la asociación de obesidad y asma leve. Así, Nieto explicó que "estudios recientes sugieren que ambas patologías tienen un sustrato inflamatorio, que podría compartir las mismas citoquinas pro-inflamatorias".
La inflamación de las vías respiratorias que produce el asma se genera y mantiene por la acción de diferentes tipos celulares y las citoquinas que segregan y liberan. Además, el tejido adiposo, que actúa como órgano secretor encargado de regular el apetito, regular el metabolismo óseo y el gasto energético, modular el aparato reproductivo, interacciona con la inmunidad, y tiene un papel regulador en la inflamación, a través de la secreción de citoquinas.
LOS NIÑOS OBESOS CON ASMA, MÁS ALTOS DE CITOQUINAS
La hipótesis de este estudio es que "los niños obesos con asma, debido a la presencia de las dos patologías, pueden tener niveles de citoquinas más altos que los pacientes con un solo de los estados y mayores que la población infantil sin ninguna de las dos alteraciones", señaló el doctor.
Por tanto, afirmó que "el control por el tratamiento de una de ellas puede mejorar el estado de la otra, y el tratamiento simultáneo y coordinado de ambas puede obtener mejores resultados que el tratamiento aislado de cada una de ellas".
En el estudio se determinaron los valores de función respiratoria por oscilometría y espirometría en tres grupos de pacientes infantiles tratados en la Unidad de Alergia Infantil del Hospital La Fe: niños asmáticos con obesidad (17 pacientes), niños asmáticos sin obesidad (8 pacientes) y niños obesos sin asma (17 pacientes). Asimismo, se señalaron los niveles en sangre de leptina y de citoquinas que incluyen las interleuquinas 4 y 10 e interferón gamma (IFNG).
Los tres grupos de investigación fueron comparados en cuanto a los datos de edad y peso. Entre los hallazgos identificados por el grupo de investigación se establece que existe cierta tendencia a que todas las interleuquinas estén más aumentadas en los niños obesos que padecen asma "como si el tejido adiposo buscase compensar y equilibrar el efecto de los estados pro y anti-inflamatorios", señaló el doctor Luis Caballero, integrante del grupo de investigación.
De esta forma, los niveles de interleuquina 4 (IL-4) están más elevados en pacientes obesos. Esta interleuquina se asocia con niveles pro-inflamatorios y se relaciona con enfermedades alérgicas como el asma. La IL-4 está también aumentada en pacientes obesos sin asma. Por otro lado, la intrerleuquina 10 (IL-10) tiene tendencia a estar aumentada en los pacientes con obesidad.
En cuanto a la función respiratoria, "no se encontraron diferencias significativas entre los tres grupos, aunque sí ciertas tendencias en valores absolutos", señaló Caballero. Sin embargo, en términos relativos, en relación con el peso, "los niños obesos tienen una disminución de los flujos pulmonares y un aumento de las resistencias de las vías respiratorias medidas por oscimetría", explicó.