Así deben ser las visitas de familiares en las UCI a los pacientes con COVID-19

Acceso a la UCI en un hospital de Almería
Acceso a la UCI en un hospital de Almería - EUROPA PRESS - Archivo
Publicado: martes, 11 agosto 2020 10:55

MADRID, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias ha redactado una tabla con las recomendaciones para las visitas de familiares a pacientes COVID-19. Este decálogo forma parte del Plan de Desescalada en los Servicios de Cuidados Intensivos, que está puesto en marcha en las UCI de toda España, y recoge, entre otras medidas, que los familiares deben estar libres de síntomas y con test negativo de SARS-CoV-2 en caso de haber estado en contacto con el enfermo para poder visitarle.

"La experiencia en aquellas UCI donde se ha permitido la visita controlada de la familia a pacientes COVID-19 en ciertos supuestos ha sido positiva. Más aun una vez observados los efectos negativos y dolorosos que ha tenido en la población el aislamiento y la soledad de estos enfermos y sus familias, repercutiendo psicológicamente incluso sobre los profesionales", explican los doctores responsables del documento.

Según establecen, mientras las pruebas de laboratorio del paciente sean positivas, las visitas dentro del 'box' deben estar restringidas de manera absoluta, salvo circunstancias extraordinarias. Si los pacientes se encuentran en boxes cerrados con puertas o ventanas de cristal, y siempre y cuando el resto de la unidad se considere limpia, se debería garantizar la posibilidad de una visita diaria respetando las adecuadas medidas de seguridad: mascarilla, lavado de manos y bata desechable no impermeable.

En UCI con cohorte específica de COVID-19, cuyos pacientes se encuentren en boxes abiertos, la visita se permitirá más allá de la línea roja de contacto (2 metros), con mascarilla, bata desechable no impermeable y guantes.

Los intensivistas indican que las visitas han de ser supervisadas y limitadas en tiempo, ayudando y vigilando al familiar en la colocación y retirada del equipo de protección individual (EPI), que no ha de ser el mismo que se utiliza para entrar dentro del box.

Así, apuntan que las visitas se deben organizar escalonadamente en el tiempo, para garantizar esta adecuada supervisión, así como evitar aglomeraciones en las salas de espera (la cual se debe evitar usar) y garantizar el adecuado distanciamiento entre las diferentes familias que acuden a la UCI. Solo podrá realizar la visita una persona, idealmente la misma siempre, y que haga de interlocutor con el resto de la familia.

A todas las familias se les debe explicar las condiciones y motivo de la política de visitas, así como la posibilidad de que las condiciones varíen según la evolución de la pandemia. Durante la visita, no podrán ayudar en labores de cuidados que impliquen contacto físico con el paciente. En el momento en que los clínicos confirman que el paciente no es contagioso, explican que se podrá valorar el paso a una visita más normalizada e incluso un acompañamiento familiar.

Los intensivistas también fijan distintas excepciones que pudieran permitir el acompañamiento dentro del box y/o a pie de cama, pero que deben ser analizados y aprobados por el equipo asistencial en sesión clínica, debiendo estar justificados, por motivos clínicos o humanitarios.

Algunos ejemplos son paciente en proceso de morir, pacientes de muy larga estancia; pacientes en destete ventilatorio con agitación refractaria que dificulta el proceso, síndromes o trastornos importantes que requieran un soporte afectivo; menores de edad; o pacientes conscientes con signos de depresión/ansiedad graves con repercusión clínica (como la negativa a colaborar en la fisioterapia), etc.