ZARAGOZA 26 May. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Miguel Servet y el Hospital Provincial Nuestra Señora de Gracia, ambos de Zaragoza, han participado en la elaboración del estudio RICAVA que analiza la prevalencia de diversos factores de riesgo cardiovascular en la población de personas con esquizofrenia y su grado de diagnóstico por parte de los profesionales sanitarios.
Los resultados del estudio, presentados en el congreso anual de la Asociación Americana de Psiquiatría que termina hoy, indican que dos de cada tres personas con esquizofrenia padece hipercolesterolemia y alrededor de una cuarta parte son obesos.
Este trabajo muestra también que un 27 por ciento de los pacientes tienen niveles altos de triglicéridos y un 17 por ciento sufre hipertensión arterial. La presencia de estos factores de riesgo cardiovascular, además de afectar a la calidad de vida de los enfermos, provoca que casi un 20 por ciento de los pacientes presenten síndrome metabólico --la combinación de dos o más factores de riesgo cardiovascular--.
El estudio RICAVA ha sido dirigido por Fernando Cañas, del Hospital "D.R. Lafora" de Madrid; Miguel Bernardo, del Hospital Clinic de Barcelona; Jordi Casademont, del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, y el profesor José Ramón Banegas, de la Universidad Autónoma de Madrid.
Se ha realizado con una muestra de 753 pacientes ingresados en las unidades de agudos de 97 hospitales y centros psiquiátricos, lo que supone el 61 por ciento de las unidades de este tipo existentes en España. El estudio ha contado con el respaldo de las compañías farmacéuticas Bristol-Myers Squibb y Otsuka Pharmaceuticals.
PREVALENCIA MÁS ALTA
Los investigadores señalan que la prevalencia de factores de riesgo cardiovascular es más alta en los pacientes con esquizofrenia que en la población general. Los expertos apuntan dos razones para explicar esta situación.
Por un lado, según el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Dr. Rodríguez Labora de Madrid, Fernando Cañas, "existen factores de riesgo que están asociados a la propia enfermedad y que podrían tener un origen genético común". Por otra parte, "estas personas llevan un tipo de vida más sedentario, hacen muy poco ejercicio y tienen una alimentación menos adecuada", añade.
ESCASO DIAGNÓSTICO DE LOS FACTORES DE RIESGO
Además de medir la prevalencia de distintos factores de riesgo cardiovascular en enfermos con esquizofrenia, el estudio también ha analizado el grado de diagnóstico y tratamiento de esos factores. La principal conclusión de los investigadores es que existe un escaso nivel de reconocimiento y tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular en este tipo de paciente.
Más de un 80 por ciento de los enfermos mentales que tienen hipertensión, colesterol alto e hipertrigliceridemia está sin diagnosticar. El número de casos de obesidad, diabetes, tabaquismo y alcoholismo que no se detectaron también son preocupantes.
La hipertensión y la hipercolesterolemia son los factores de riesgo más tratados por los psiquiatras. Sin embargo, el resto reciben muy poca atención. "El problema de los pacientes con esquizofrenia es que tradicionalmente se ha considerado prioritario controlar su enfermedad mental, mientras que el resto de complicaciones eran secundarias", explica el doctor Cañas.
En su opinión, esta visión está cambiando y los psiquiatras españoles son cada vez más conscientes de la importancia del estado de salud en general y, en especial, del control de los factores de riesgo cardiovascular: "Es importante transmitir que una persona con esquizofrenia puede tener una calidad de vida razonable, siempre y cuando se le presten los cuidados adecuados", señala.
ALTO RIESGO DE ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR
La alta prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular y su falta de diagnóstico y tratamiento provoca que un 6,8 por ciento de las personas con esquizofrenia tengan un riesgo alto de sufrir un evento cardiovascular fatal en los próximos diez años, siendo éste más elevado en los varones (8,8 por ciento) que en las mujeres (1,6 por ciento).
Para reducir este riesgo, el doctor Cañas apuesta por una serie de medidas, como hábitos de vida saludables --programas para dejar de fumar, alimentación sana, aumento de la actividad física-- y un incremento de los controles médicos. También cree necesario valorar correctamente la relación riesgo-beneficio de los tratamientos farmacológicos utilizados actualmente.
"A la hora de elegir un tratamiento, hay que hacerlo teniendo en cuenta las circunstancias del paciente, sus necesidades y los posibles efectos adversos que puede experimentar", recuerda el doctor Cañas.
Este experto explica que el perfil de efectos adversos que tienen los antipsicóticos de segunda y de tercera generación es muy distinto. Afirma que fármacos de última generación, "con menos efectos sobre la diabetes o la hipercolesterolemia, como el aripiprazol", aportan ventajas a los pacientes.