SAN FRANCISCO 21 May. (EUROPA PRESS/Ulises Fuente) -
El desorden respiratorio producido durante el sueño, conocido como apnea obstructiva, incrementa en un 30 por ciento las posibilidades de un individuo de sufrir un ataque al corazón fatal en el plazo de cinco años, según ha puesto de relieve un estudio presentado en la Conferencia Internacional 'American Thoracic Society', que celebra su edición anual en San Francisco.
Según el informe, elaborado por investigadores de la universidad de Yale, cuanto más severa es la llamada apnea al comienzo del estudio, mayor fue el riesgo de los pacientes de padecer una enfermedad coronaria. "Mientras que estudios previos habían mostrado la existencia de una relación entre ambos factores, una investigación de muchos individuos y en un plazo de cinco años permite no sólo seguir la evolución de los pacientes, sino analizar el papel del resto de factores de riego para desarrollar enfermedades del corazón", señaló Noemí Shah, miembro del equipo investigador.
"Recomendamos a los pacientes que tengan los síntomas de la apnea, ganas de dormir durante el día o ronquidos de noche, que consulten a sus médicos porque hay algunas evidencias que nos hacen pensar que cuando la apnea es adecuadamente tratada, el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria puede ser reducido", añadió Shah. El estudio ha sido realizado a 1.123 pacientes durante cuatro años o cinco, para determinar cuántos de ellos morían por episodios de fallo coronario o relacionados con él.
En casos de apnea obstructiva las vías respiratorias superiores se estrechan o se colapsan durante el sueño, dando lugar a periodos de ausencia de respiración que provocan una interrupción del sueño durante un centenar de ocasiones en una misma noche. La obesidad, según los expertos, es una de las causas principales de la apnea obstructiva.
El tratamiento más efectivo para estos casos consiste en una intervención para mantener estable la presión en las vías respiratorias a través de la presión de aire inducida por una máscara mientras el paciente duerme, lo que, en la mayoría de los casos, proporciona suficientes horas de sueño a los pacientes como para asegurar su descanso.
EL DOBLE DE ACCIDENTES DE TRÁFICO GRAVES
Las consecuencias de esta ausencia de descanso en las personas que sufren de apnea han disido puestas de relieve también por otro estudio presentado durante la cita anual, y que determina que quienes sufren de apnea tienen el doble de probabilidades de sufrir un accidente de tráfico de consecuencias graves. Si bien muchos estudios anteriores habían llamado la atención sobre este hecho, una investigación realizada en Vancouver por la universidad British Columbia destaca las consecuencias de estas colisiones con lesiones graves para los involucrados.
Según el doctor Mulgrew, responsable de la investigación, mientas que, tomando como medida la población general, las mujeres tienen menos accidentes de trafico que los hombres, en el caso de los pacientes con apnea, las proporciones tienden a igualarse. En concreto, de 800 individuos con apnea, 250 de los sufrieron un accidente de tráfico por los 123 personas de los 800 individuos sin apnea estudiados.
Además, los investigadores llaman la atención por el hecho de que los pacientes que afirmaron sentir sueño durante el día, no consideraron este hecho como un factor de riesgo para su seguridad.
LA APNEA INCREMENTA TAMBIÉN EL RIESGO DE DIABETES.
Otro de los efectos destacados del trastorno del sueño que supone la apnea es el aumento del riesgo de padecer diabetes de tipo II, con independencia de otros factores de riesgo, según una investigación de la Universidad de Yale, que siguieron la evolución de 593 pacientes, monitorizados por una técnica con el nombre de polisomnografía.
Los científicos siguieron durante seis años a los sujetos, y determinaron que los que padecían apnea tenían más de dos veces y media más posibilidades de desarrollar diabetes en comparación con los individuos sin trastornos de sueño. Separados según la gravedad de los casos de diabetes, los investigadores determinaron que, cuanto más severa era la apnea, mayores eran los riesgos de desarrollar la diabetes.
"Nuestro siguiente paso será determinar si el tratamiento de la apnea puede mejorar los parámetros individuales de la diabetes y por lo tanto averiguar si influye en los efectos negativos para la salud de la diabetes", señaló Nader Botros, investigador de Yale, que apuntó a que una de las causas más frecuentemente señaladas es que la apnea provoca en los sujetos un aumento de la producción de la hormona cortisol, que conduce en último extremo a la resistencia contra la insulina y a intolerancia de la glucosa, condiciones pre diabéticas, que, si se mantienen sin tratamiento, pueden desembocar en la enfermedad. Estos expertos apuntan que la ausencia de oxígeno derivada de la apnea puede agravar la situación.