Un antitumoral puede convertirse en una nueva opción terapéutica contra la leishmaniasis humana

Actualizado: miércoles, 19 diciembre 2012 12:32

Desarrollan una metodología que permitirá probar cientos de fármacos

MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

Científicos de la Red de Investigación de Enfermedades Tropicales (RICET), perteneciente al Instituto de Salud Carlos III, han descubierto que un principio activo hasta ahora utilizado como antitumoral, el indotecan, podría convertirse en una nueva arma terapéutica contra la leishmaniasis humana, enfermedad infecciosa que no dispone de ninguna vacuna y cuyos tratamientos son hasta ahora poco eficaces.

Aunque originaria de países tropicales y subtropicales, la leishmaniasis humana tiene también una incidencia significativa en España, donde toda la cuenca mediterránea es endémica dado que el clima es adecuado para el desarrollo de los mosquitos responsables de la transmisión del parásito 'leishmania', microorganismo causante de esta enfermedad.

El arsenal terapéutico contra esta enfermedad es reducido, antiguo y muy tóxico, de ahí la importancia del potencial observado en el indotecan, que, según los datos publicados en el 'Antimicrobial Agents & Chemotherapy', ha demostrado una eficacia de entre un 80 y 90 por ciento.

Esto es posible, según han comprobado los autores, a que los llamados derivados indenoisoquinolínicos, como el indotecan, son capaces de penetrar en los macrófagos, es decir, las células humanas donde se aloja el parásito de la leishmaniasis.

Una vez dentro, el indotecan se introduce dentro del parásito y actúa sobre las topoisomerasas, unas proteínas enzimáticas que son capaces de desenrollar la cadena de ADN del parásito y con ello provocar finalmente su muerte.

Todo ello a concentraciones que no son tóxicas para la célula humana en la que penetra, lo que permite que elimine el parásito pero salvaguardando la célula humana en la que estaba alojado.

Además, han descubierto que la topoisomerasa concreta del parásito de la 'leishmania', la llamada ADN topoisomerasa IB (TopoIB) tiene una estructura atípica frente a las topoisomerasas que están presentes en todos los organismos. Mientras estas segundas constan de una única proteína, la TopoIB está formada por dos proteínas.

UN NUEVO MODELO PARA PONER A PRUEBA SU EFICACIA

La segunda parte de la investigación de la RICET constituye un avance metodológico sin precedentes que permite poner a prueba de forma rápida y masiva la potencial eficacia o no contra la leishmaniasis de miles de compuestos farmacéuticos.

La nueva metodología se basa en utilizar un sistema de ensayo llamado 'ex vivo' y que es capaz de reproducir las condiciones en las que se encuentra el parásito durante la infección de personas o animales, pero sin la necesidad de utilizar cientos de ratones de experimentación.

Los investigadores infectaron un ratón con el parásito y luego le extrajeron el bazo, órgano donde se encuentran fundamentalmente las células infectadas. Cultivando 'in vitro' estas células infectadas, se pueden reproducir en cientos de ocasiones las condiciones en que se encuentra el parásito en el animal.

Así no es necesario utilizar un animal cada vez que se quiere probar la posible eficacia de un compuesto farmacéutico, sino que a partir de un ratón es posible llegar a probar hasta 50.000 potenciales medicamentos en tan sólo un mes mediante un procedimiento robotizado.

Para aumentar la sensibilidad de la nueva técnica, los investigadores de la RICET han generado además cepas de 'leishmania' genéticamente modificadas para que sean capaces de emitir fluorescencia infrarroja, lo que permite detectar fácilmente al parásito sin necesidad de utilizar los tradicionales sistemas de tinción o cultivo del parásito.

En una placa de cultivo habrá tantas fluorescencias como parásitos, porque cada fluorescencia se corresponde con un parásito genéticamente modificado.