MADRID 21 May. (EUROPA PRESS) -
El gas que produce el olor a huevos podridos podría originar una nueva clase de antiinflamatorios, según un estudio del Colegio de Medicina y Odontología de Península en Exeter (Reino Unido) que se publica en la revista 'Free Radical Biology and Medicine'.
Los investigadores han sintetizado una nueva molécula que libera sulfuro de hidrógeno (H2S), el gas que proporciona a los huevos podridos su característico olor y que se produce de forma natural en el organismo, y han descubierto que podría conducir a un nuevo rango de nuevos fármacos antiinflamatorios más seguros y eficaces para su uso en humanos.
Esta molécula puede generar H2S de forma lenta, lo que además supone un importante hallazgo. Hasta el momento, el H2S sólo podía administrarse de una vez a través de un cilindro de gas o mediante el uso de sales de sulfuro. En ambos casos se administra como un gran bolo para generar H2S instantáneo y suele ser muy tóxico, además de tener un olor muy desagradable.
Los científicos investigaron el papel de H2S en el choque endotóxico, que causa una pérdida fatal de presión sanguínea y una amplia inflamación de los tejidos. Descubrieron que cuando H2S se administra de forma lenta y constante se produce un fuerte efecto antiinflamatorio. Las moléculas de señalización celular que dirigen la inflamación, como la TNF-alfa, IL-1, IL-6 y las prostaglandinas se reducían mientras que los niveles de las moléculas antiinflamatorias del organismo aumentaban.
Al utilizar moléculas donantes de H2S para controlar su administración en el organismo podría facilitar el desarrollo de nuevos métodos para tratar los trastornos inflamatorios.
Según explica Matt Whiteman, coautor del estudio, "sabíamos que los niveles de H2S en el tejido y la sangre están muy altos durante la inflamación y se consideraba algo malo. Sin embargo, nuestra investigación sugiere que H2S podría estar alto como una forma del organismo de limitar la inflamación".
El investigador añade que a pesar de que los fármacos antiinflamatorios tradicionales son muy potentes y seguros a veces pueden dañar el estómago en algunas personas y conducir a complicaciones.
"La generación de H2S de una forma controlada y constante ofrece el potencial para el desarrollo de un nuevo grupo de fármacos antiinflamatorios o la modificación de los actuales para que también liberen H2S y causen menos efectos segundarios gastrointestinales", concluye Whiteman.
Según el investigador, los resultados muestran que se está sólo empezando a desvelar el papel que podría jugar en el organismo el H2S tanto en la salud como en la enfermedad.