Un anticancerígeno podría ser base de terapias para el Alzheimer

Gleevec
NOVARTIS
Actualizado: jueves, 2 septiembre 2010 12:47

MADRID, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Rockefeller (Estados Unidos) han descubierto una proteína que fomenta el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer a través de la producción de la proteína beta-amiloide, una de las moléculas implicadas en este trastorno neurodegenerativo. Los autores del descubrimiento, que se publica en la revista 'Nature', explican que el fármaco anticancerígeno Gleevec podría abrir la vía al desarrollo de nuevas terapias para la enfermedad.

En la enfermedad de Alzheimer la proteína beta-amiloide se acumula en el cerebro y hace que las células nerviosas se debiliten y mueran. Los fármacos diseñados para eliminar las placas que están compuestos por beta-amiloide necesitan entrar al cerebro y eliminar las placas sin atacar a las células cerebrales sanas. Sin embargo, en el estudio publicado ahora se sugiere que los tratamientos modelados sobre Gleevec podrían ser la solución a este problema.

El fármaco Gleevec tiene la capacidad para unirse a una proteína que desencadena la producción de placas beta-amiloides. La investigación muestra que esta proteína denominada GSAP aumenta en gran medida y de forma selectiva la producción de beta-amiloide, que da lugar a las placas descubiertas en el cerebro de la mayoría de personas con Alzheimer. GSAP funciona a través e u mecanismo que implica sus interacciones con la gamma-secretasa, una enzima que corta la proteína precursora amiloide, una gran molécula que se produce de forma natural en el cuerpo y que se encuentra en muchos tipos de células diferentes.

Los investigadores muestran en su trabajo que GSAP estimula la producción de beta-amiloide en líneas celulares y que la reducción de GSAP reduce la beta-amiloide.

Los investigadores también examinaron la acción de GSAP en un modelo de ratón de la enfermedad de Alzheimer al desactivar el gen que codifica GSAP utilizando interferencia de ARN y descubrieron que los niveles de beta-amiloide así como el desarrollo de las placas disminuía. Los estudios Bioquímicos mostraron que Gleevec reduce la producción beta-amiloide al unirse a GSAP y evitar su activación de la gamma-secretasa.

Sin embargo, la molécula de Gleevec no cruza la barrera cerebral sanguínea aunque los investigadores creen que será posible diseñar fármacos dirigidos a GSAP pero que no tienen esta limitación.

Según explica Paul Greengard, Premio Nobel 2000 en Fisiología o Medicina por su investigación sobre la comunicación neuronal y responsable del estudio, los fármacos anti-amiloides representan un método válio para tratar la enfermedad de Alzheimer pero su incapacidad para acumularse en el cerebro ha limitado su utilidad.

"El desarrollo de componentes que funcionan como Gleevec, pero que tienen la capacidad de traspasar la barrera cerebral sanguínea y que se dirigen a GSAP podrían revolucionar el tratamiento de esta enfermedad".

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