MADRID 1 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los niños obesos a los 3 años tienen niveles elevados de proteína C-reactiva, un marcador de inflamación que en adultos se considera un indicador de una posible enfermedad cardiaca futura, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (Estados Unidos) que se publica en la revista 'Pediatrics'.
Además, el estudio descubrió en los niños obesos niveles elevados de otros dos marcadores inflamatorios, la tasa de saturación de ferritina/transferrina (F/T) y recuento absoluto de neutrófilos (RAN). Los niveles elevados de F/T comenzaron a la edad de 6 años y la elevación de los de RAN a los 9 años.
Según explica Ashley Cockrell Skinner, director del estudio, "estos descubrimientos fueron una sorpresa. Estamos observando una relación entre el estado del peso y marcadores inflamatorios elevados mucho antes de lo que esperábamos". Skinner añade que la mayoría de los adultos comprenden que tener sobrepeso o estar obesos no es bueno para ellos pero que muchos no son conscientes de que el sobrepeso tampoco es saludable para los niños pequeños.
El análisis incluyó datos de 16.335 niños de entre 1 y 17 años que fueron agrupados en cuatro categorías según su índice de masa corporal (IMC): peso saludable, sobrepeso, obesos y muy obesos. En el grupo de niños analizados casi el 70 por ciento de ellos tenía un peso saludables, el 15 por ciento tenía sobrepeso, un 11 por ciento eran obesos y un 3,5 por ciento eran muy obesos.
Entre los niños muy obesos de entre 3 y 5 años, más del 40 por ciento tenía elevados niveles de proteína C-reactiva en comparación con el 17 por ciento de los niños de peso saludable. Entre los más mayores la diferencia era aún más pronunciada. En edades que iban entre los 15 y los 17 años, el 83 por ciento de los muy obesos tenían la proteína C-reactiva elevada frente al 18 por ciento de los de peso sano.
El estudio concluye que el peso y los marcadores inflamatorios elevados están fuertemente relacionados, incluso en los niños pequeños, y que investigaciones futuras deben examinar el impacto de la inflamación de bajo grado a largo plazo en los niños con sobrepeso y obesos.