NUEVA YORK, 30 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, expresó ayer miércoles gran preocupación por la rápida propagación de la gripe aviar de Asia a Europa, Oriente Próximo y África y por el efecto que el control de la enfermedad tendrá en millones de familias de países pobres, subrayando, en un comunicado, que algunos países dependen totalmente de la asistencia externa para cumplir con su parte y proteger a su población de la enfermedad.
Según Annan, los países de África en particular necesitan con premura los conocimientos, la financiación, el transporte y el equipo necesarios para hacer frente a la propagación del virus H5N1 de la gripe aviar. "Ahora que se han confirmado casos de gripe aviar en cuatro países africanos, esa necesidad es más urgente", resaltó.
El secretario general recordó que la propagación del virus puede controlarse por medio de la rápida identificación de los brotes, el sacrificio inmediato de los animales infectados y la suspensión del comercio de aves en las zonas afectadas.
"Pero dichas medidas sólo pueden prosperar si las comunidades y las autoridades de salud animal trabajan juntas, si mantenemos al público informado sobre los riesgos y los medios para reducirlos, si vigilamos cuidadosamente los avances y si compensamos adecuada y rápidamente a los granjeros por las aves sacrificadas", afirmó.
En este sentido, destacó que la comunidad de donantes deberá tener en cuenta los desafíos frente a la gripe aviar de los países pobres de todo el mundo y estar preparada para movilizar recursos adicionales para las emergencias y para los requerimientos a largo plazo.
Annan recordó que en la Conferencia Internacional sobre Gripe Aviar celebrada en enero en Beijing, los donantes se comprometieron a aportar fondos y créditos por 1.900 millones de dólares. "Desde entonces, han surgido necesidades amplias y urgentes, lo que hace imperativo concretar rápidamente esas promesas", puntualizó.
Por último, advirtió de que la gripe aviar amenaza al mundo entero. "No conoce fronteras. Es nuestra responsabilidad colectiva garantizar que todos los países, ricos y pobres, estén protegidos y preparados. La familia de las Naciones Unidas hará todo lo que pueda por asegurar que así suceda", concluyó.