La anemia incrementa el riesgo cardiovascular de los pacientes con enfermedad renal, según un experto

Actualizado: viernes, 23 marzo 2007 20:00


ANTEQUERA (MÁLAGA), 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

Los enfermedad renal crónica provoca en los pacientes que sufren cuadros de anemia un trastorno que incrementa a su vez el riesgo de padecer accidentes cardiovasculares, según expuso hoy en Antequera (Málaga) el doctor José Luis Gorriz, médico adjunto del Servicio de Nefrología del Hospital Doctor Peset de Valencia, en el marco del XXXV Congreso de la Sociedad Andaluza de Nefrología.

En concreto, explicó que la anemia "cierra un círculo vicioso difícil de romper, ya que la enfermedad renal crónica en sí misma produce anemia y ésta, a su vez, favorece la enfermedad cardiovascular, que también empeora la enfermedad renal".

Asimismo, señaló que en los pacientes con enfermedad renal crónica, por cada gramo de descenso en los niveles de hemoglobina, se incrementa el riesgo de hipertrofia del ventrículo izquierdo en un 6 pro ciento, el riesgo de dilatación cardiaca en un 46 por ciento y el riesgo de muerte en un 14 por ciento.

Esa hipertrofia ventricular es el primer paso para una disfunción, de ahí que las guías europeas de las sociedades científicas establezcan los niveles de hemoglobina en los pacientes con enfermedad renal crónica superiores a 11 gramos por decilitro, sin pasar de 12 gramos por decilitro en los pacientes con trastornos cardiovasculares graves, según informó en una nota el comité organizador de este evento de este congreso.

A este respecto, señaló que algunos estudios han demostrado que un buen control de la anemia "disminuye las hospitalizaciones y la tasa de mortalidad por insuficiencia cardiaca". Al hilo de ello, se refirió al papel de la eritropoyetina endógena es fundamental, ya que es la encargada de controlar la producción de glóbulos rojos, portadores de oxígeno.

Esta nueva familia de medicamentos, los activadores continuos de la eritropoyetina, cuenta con un mecanismo de acción que permite, con "un buen perfil de seguridad" mejorar su administración al suministrarse de manera más espaciada y una menor carga de trabajo al personal de enfermería o al mismo paciente al tener que administrarlas una vez al mes en vez de tres veces a la semana.