MADRID 26 May. (EUROPA PRESS) -

La Federación Nacional de Empresarios de Ambulancias (ANEA) ha advertido este lunes de que el sector del transporte sanitario en España está en "grave riesgo" ante una aplicación de la jornada laboral de 37,5 horas semanales.

ANEA indica que, según las cuentas auditadas y depositadas en el Registro Mercantil de los ejercicios 2022 y 2023 correspondientes a las principales empresas de ambulancias que conforman el sector del transporte sanitario en España, la aplicación de la jornada laboral de 37,5 horas semanales sin una actualización de los marcos contractuales actuales supondría un "notable y nefasto impacto económico".

Así, la Federación explica que los costes de personal representan, de media, un 70 por ciento de la facturación en el sector, aunque ascienden, en algunos casos, al 84,5 por ciento. Además, indica que la reducción de jornada supondría un aumento del 6,7 por ciento en el coste por hora trabajada y un incremento adicional de gastos por repercusión de indirectos y medios de apoyo.

De mantenerse las condiciones económicas actuales de los contratos, la Federación resalta que este incremento reduciría los márgenes de explotación en, al menos, 4,7 puntos porcentuales, situando las cuentas de resultados en pérdidas "insostenibles" cercanas al 3 por ciento.

"Este escenario supondría una amenaza directa a la sostenibilidad de las empresas, con graves consecuencias sobre el mantenimiento del empleo, la calidad de la asistencia y la garantía de un servicio esencial para el sistema sanitario", subraya ANEA.

La Federación también ha expresado su "firme compromiso" con la mejora de las condiciones laborales de las plantillas y con la prestación de un servicio público de transporte sanitario de "calidad, seguro y sostenible".

Por ello, considera que una medida como la reducción de jornada solo podría aplicarse de forma viable si viene acompañada de la vinculación inmediata de los precios de los contratos públicos a dichos incrementos de coste, "trasladándolos automáticamente", y de un calendario de aplicación transitorio y flexible, que "proporcione el tiempo necesario al sector para adaptarse progresivamente, sin poner en riesgo el servicio ni el empleo".

En este contexto, reitera la importancia de que este debate se traslade al ámbito del diálogo social y la negociación colectiva, donde puedan explorarse soluciones equilibradas.