SEVILLA 9 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Virgen Macarena acogió hoy un homenaje a los 28 voluntarios de la Asociación Española contra el cáncer (AECC) que ejercen una labor altruista desde hace 15 años con los pacientes oncológicos y sus familiares.
Según informó el hospital en una nota, en el acto, realizado a iniciativa del centro hospitalario, participaron tanto el nuevo presidente de la asociación, Julio Cuesta, y la coordinadora destinada en el centro, Rosario Jiménez, como los profesionales de Participación Ciudadana del hospital y algunos de los pacientes hospitalizados junto con sus familiares. Durante el desarrollo del evento se hizo entrega a los voluntarios de un diploma de agradecimiento al conjunto de su labor durante los últimos años.
A continuación, tuvo lugar la presentación del libro 'Un ángel al este de Sevilla. Conversaciones con Adrián', una obra que recoge las vivencias de un chico que ahora tiene 20 años y que sufrió un cáncer desde los 5 a los 10 años. Adrián, su protagonista, ha querido agradecer al equipo médico que le atendió en aquellos años "tanto su dedicación, como su profesionalidad", realizando la presentación pública de la obra en el hospital, informó el centro.
Tal y como apuntó, el cáncer requiere de "constantes cuidados de larga duración en muchos casos y el impacto psicológico que supone esta situación para la familia del paciente conlleva la aparición de problemáticas sociales, agrava los ya existentes y produce un desajuste en la convivencia familiar".
Conscientes de esa realidad, el Hospital Virgen Macarena junto con la AECC vienen desarrollando un trabajo de colaboración en materia de voluntariado que se vio reflejado en la firma de un acuerdo mutuo en el año 2005. En ese convenio se contemplaban las principales labores a desarrollar por los voluntarios hospitalarios como las de acompañamiento al paciente y familia cuando las condiciones del paciente lo facilitaran y no existieran impedimentos por parte de los afectados.
Entre esas labores se encuentra el poder suplir al cuidador primario para facilitar su descanso físico y emocional, así como brindar el apoyo emocional al paciente y su familia para facilitar la expresión de los sentimientos asociados con el diagnóstico y el proceso de la enfermedad.
A todo esto se suma también el desarrollo de actividades de animación y entretenimiento para facilitar la estancia del enfermo en el hospital y su distracción mediante actividades de ocio.
Existe además un apoyo al personal sanitario mediante tareas complementarias a las de los profesionales, sin interferir en estas últimas ni suplirlas. Por último, el equipo de voluntarios, a través de su coordinador, también ayuda a comunicar cualquier situación o necesidad del paciente oncológico que precise la intervención profesional.