MADRID 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las comunidades de Andalucía, Navarra y Cataluña son, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, las regiones españolas con menor prevalencia de diálisis peritoneal como tratamiento para los pacientes con Enfermedad Renal Crónica, según el registro de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.).
Según los últimos datos presentados con motivo de la X Reunión Nacional de Diálisis Peritoneal, en todos los casos la prevalencia de la Diálisis Peritoneal como técnica de tratamiento para los pacientes renales fue inferior a la media nacional, que se sitúa en el 5,5 por ciento.
Destaca el caso de las ciudades de Ceuta y Melilla, que no realizan el tratamiento renal sustitutivo de los pacientes con enfermedad renal crónica mediante diálisis peritoneal (0%), mientras que en Andalucía la prevalencia de diálisis peritoneal en 2016 se situó en el 3,6 por ciento, en Navarra en el 3,4 por ciento y en Cataluña en el 4 por ciento.
Mientras, entre las comunidades con menor incidencia o número de nuevas personas que iniciaron tratamiento renal sustitutivo con diálisis peritoneal en 2016, se encuentran también Ceuta y Melilla, junto a País Vasco, Murcia y Extremadura. En este caso la media nacional del 16,7 por ciento de los pacientes con enfermedad real crónica tratados con diálisis peritoneal, Ceuta y Melilla cierran este ranking con un 0 por ciento, mientras que en País Vasco la incidencia se sitúa en el 4,24 por ciento; en Murcia en el 11,9 por ciento, y en Extremadura en el 12,50 por ciento.
A nivel nacional, la diálisis peritoneal, como tratamiento inicial para los enfermos renales, creció un 30 por ciento en la última década hasta situarse en el 16,7% del total nacional (23,7 personas por millón de habitantes), lo que pone de manifiesto "los buenos resultados que está alcanzando esta técnica como opción terapéutica inicial en el tratamiento de la enfermedad renal, y que presenta importantes ventajas para el paciente".
Sin embargo, desde la sociedad médica denuncian que "estos resultados no se están traduciendo como debiera en un aumento de su uso como una terapia renal eficaz, segura y que aporta beneficios para los afectados, como una mayor autonomía, un aumento de la calidad de vida o evitar los desplazamientos al hospital".
Así, sólo el 12 por ciento de las personas que reciben diálisis crónica, y el 5,5% del total de personas que están en tratamiento renal sustitutivo en España lo hacen a través de diálisis peritoneal. El resto de las personas en tratamiento renal sustitutivo son tratadas a través de hemodiálisis (42,2%), o trasplante renal (52,4%).
Según el Registro Español de Enfermos Renales de la S.E.N., un total de 6.615 españoles iniciaron un tratamiento renal sustitutivo en el año 2016, de los que 1.102 empezaron a recibir diálisis peritoneal, 5.197 personas comenzaron a recibir hemodiálisis, 316 fueron trasplantadas de riñón.
Mientras que la prevalencia de los pacientes en tratamiento renal sustitutivo se situaba en 2016 en España en 1.233 afectados por millón de población, respecto a la incidencia o número de personas que iniciaron tratamiento renal sustitutivo alcanzó las 142 personas por millón de habitantes.
La Sociedad Española de Nefrología demanda un mayor uso de esta técnica, y, sobre todo, que su implantación sea homogénea. Para ello, destaca demanda la necesidad de incorporar más recursos. A su juicio, "el uso de técnicas domiciliarias, como es la diálisis peritoneal, para el tratamiento renal sustitutivo así como el trasplante renal anticipado (de donante vivo), representan en buena parte el futuro de la asistencia sanitaria a estos enfermos".
Teniendo en cuenta que la población de pacientes que alcanza enfermedad renal crónica en etapa final está creciendo en edad, fragilidad, comorbilidad y dependencia, y todo ello es uno de los principales obstáculos para que crezca la diálisis peritoneal, las autoridades sanitarias deberían apostar por una diálisis peritoneal asistida por personal de enfermería preparado que pudiera dar soporte a domicilio a este tipo de pacientes", concluye.