Andalucía.- Montero niega que el Hospital Carlos Haya ponga trabas a fármacos contra el cáncer de próstata por su coste

Actualizado: lunes, 12 noviembre 2012 13:08

SEVILLA 12 Nov. (EUROPA PRESS) -

La consejera andaluza de Salud, María Jesús Montero, ha negado este viernes que la comisión de farmacia del Hospital Carlos Haya de Málaga denegase hace meses la adquisición de dos fármacos que se dan a pacientes con cáncer de próstata con metástasis debido a su elevado coste.

Montero, quien ha suscrito en Sevilla un convenio con la Federación Andaluza de Fútbol para la promoción de hábitos saludables en la población escolar, ha asegurado a preguntas de los periodistas sobre este caso que, "de hecho, puedo confirmar que el cien por cien de las solicitudes de médicos de ese tratamiento en concreto que se ha efectuado se han autorizado".

"No es verdad que haya dificultad en el acceso a esos tratamientos cuando los facultativos entienden que un paciente cumple con las condiciones y que con los criterios de calidad que se marcan en las fichas técnicas de estos medicamentos", ha proseguido Montero, quien ha recordado que, para cuestiones de tratamiento oncológico, "forman parte de la normalidad que en nuestros hospitales existan comisiones de farmacia que evalúan, con criterios de calidad, el ajuste de la indicación".

"Esto significa que un medico en particular puede solicitar la puesta en marcha de un tratamiento que, posteriormente, se evalúa en la comisión de farmacia si efectivamente existen criterios correctos para la administración del fármaco y se autoriza", ha explicado la titular del ramo, quien ha vuelto a insistir en que en este caso concreto "en el cien por cien de las veces que se solicita se ha dado".

Según publica el periódico Diario Sur, la comisión de farmacia del Carlos Haya denegó hace meses la adquisición de dos fármacos que se dan a pacientes con cáncer de próstata con metástasis. Según este rotativo, el elevado coste de esos medicamentos (Aviraterona y Cabazitaxel) está detrás de que no fuesen aprobados por el hospital. Esos tratamientos suponen un desembolso que oscila entre 5.000 y 6.000 euros por paciente.