SEVILLA 9 Mar. (EUROPA PRESS) -
El gerente de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061, Joseba Barroeta, ha presentado este miércoles en Sevilla ante 140 expertos españoles e internaciones un plan, con un horizonte de tres años vista, con el que se pretende mejorar la supervivencia de las personas que padecen una parada cardiaca en el ámbito extrahospitalario en Andalucía.
Según ha defendido, con este plan se pretende disminuir las frecuentes e importantes secuelas neurológicas que provoca esta patología en las personas que la sufren, al tiempo que integra las nuevas recomendaciones emitidas en octubre de 2010 por el Comité Internacional de Coordinación sobre Resucitación (ILCOR).
En concreto, el plan contempla la actuación de todos los agentes que intervienen en la atención a la parada cardiaca en Andalucía, desde el inicio hasta su tratamiento en el hospital. También hace especial hincapié en la necesidad de impulsar la formación y participación ciudadana en la reanimación, de prestar una atención inmediata y adecuada por los equipos de emergencia sanitaria y de aplicar las nuevas tecnologías que puedan aportar beneficio al resultado final de estos pacientes.
Investigadores internacionales de reconocido prestigio en la materia como Leif Svensson (Estocolmo), Sten Rubertsson (Suecia) y George Boussignac (Francia) han participado en este encuentro que ha contado también con la presencia del director del Plan Nacional de Reanimación Cardiopulmonar, Antonio Lesmes, y el presidente del Consejo Español de Resucitación, López Mesa.
Además, a la cita han acudido miembros de los servicios de cuidados críticos de urgencias (hospitalarios y extrahospitalarios) de nuestra comunidad, así como de los servicios de emergencias sanitarias de Andalucía, Castilla la Mancha, Murcia, Madrid, País Vasco y Valencia.
PRINCIPALES RECOMENDACIONES
Entre las principales recomendaciones para la actuación ante la parada cardiaca destaca la importancia de la intervención en cadena, que comienza por la reanimación precoz por parte de los testigos en los primeros minutos de la parada hasta la llegada de los equipos de emergencias.
En este sentido, los expertos han incidido en la necesidad de promover el uso de desfibriladores por estos primeros intervinientes, como una de las actuaciones más efectivas que ayudan a salvar vidas y disminuir las secuelas en estos pacientes.
Durante el evento, una de las principales recomendaciones abordadas ha sido la aplicación de la hipotermia inducida en las personas resucitadas de una parada cardiaca. Esta técnica consiste en enfriar el cuerpo del paciente hasta que alcanza una temperatura determinada que, según estudios científicos, ayuda a reducir las secuelas neurológicas derivadas de la falta de oxígeno que padece durante la parada.
En este sentido, Leif Svensson, director del Centro de Atención Prehospitalaria de Estocolmo en Suecia y experto en cardiología, ha presentado un innovador sistema que permite un enfriamiento directo y rápido en la base del cerebro y que facilita la aplicación de la hipotermia inducida en el ámbito extrahospitalario por los equipos de emergencias sanitarias.