MADRID 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las hebras de cabello contienen información valiosa sobre los niveles de estrés en la tercera edad que se puede utilizar para determinar el riesgo de un individuo a sufrir enfermedad cardiovascular, según un reciente estudio aceptado para su publicación en 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism'.
A diferencia de un examen de sangre que capta una instantánea de los niveles de hormonas del estrés en un momento único en el tiempo, un análisis del pelo del cuero cabelludo permite ver las tendencias en los niveles de cortisol, la hormona del estrés a lo largo de varios meses.
Este enfoque permite a los investigadores tener una mejor idea de la variabilidad en los niveles de cortisol. El estudio encontró que las personas mayores que tenían mayores niveles de la hormona del estrés cortisol a largo plazo eran más propensos a tener enfermedad cardiovascular.
"Al igual que la presión arterial alta o la grasa abdominal, los resultados sugieren que los niveles elevados de cortisol son una señal importante de que una persona está en riesgo de enfermedad cardiovascular", dijo uno de los autores principales del estudio, Laura Manenschijn, del Erasmus MC en Rotterdam, Países Bajos.
"Debido a que el pelo del cuero cabelludo puede capturar información acerca de cómo han cambiado con el tiempo los niveles de cortisol, el análisis de pelo nos da una mejor herramienta para evaluar el riesgo", agrega la doctora Maneschijn.
El estudio midió los niveles de cortisol en un grupo de 283 residentes de la tercera edad entre 65 y 85 años y sus participantes fueron seleccionados al azar de un gran estudio de cohorte de base poblacional. Con muestras de cabellos de tres centímetros de largo tomadas de cerca del cuero cabelludo, los científicos fueron capaces de medir los niveles de cortisol de un periodo de tres meses.
Las personas con altos niveles de cortisol eran más propensas a tener una historia de enfermedad coronaria del corazón, accidente cerebrovascular, enfermedad arterial periférica o diabetes.
"Los datos mostraron una relación clara entre los niveles crónicamente elevados de cortisol y la enfermedad cardiovascular", dijo, Elisabeth van Rossum, también autora del estudio y miembro del Erasmus MC. No obstante, reconoce que se necesitan más estudios para explorar el papel de la medición de cortisol a largo plazo para predecir la enfermedad cardiovascular y la forma en que se puede utilizar para informar un nuevo tratamiento o estrategias de prevención.