Ana Mato, nueva ministra de Sanidad tras una vida en la política como persona de confianza de Aznar y después de Rajoy

La vicesecretaria general de Organización y Electoral del PP, Ana Mato
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 21 diciembre 2011 19:42

MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -

La dirigente popular Ana Mato es la nueva ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Llega al Gobierno después de una vida dedicada a la política, sobre todo en las tareas de partido, primero de la mano de Aznar y después, como una de las personas de confianza de Mariano Rajoy.

Es la única 'superviviente' en la cúpula del PP de aquel grupo de jóvenes que destacaron en el equipo de Aznar en Valladolid y, como gran conocedora de los "entresijos" del partido, ha llevado a cabo, durante estos últimos cuatro años una labor callada, pero efectiva y fundamental en el partido, ampliamente reconocida.

De hecho, en la última Junta Directiva Nacional que celebró el PP, después de la victoria del 20N, la intervención de Ana Mato cosechó un largo y cerrado aplauso de sus compañeros, quienes además, destacan de ella su perfil humano y su gran capacidad de trabajo. Creen que lo ha demostrado de sobra al realizar con eficacia todas las tareas que le han encomendado y sobre todo, en la última etapa, como vicesecretaria general del partido, llevando "gran parte" del peso de la organización.

Ana Mato, que nació en Madrid en 1959, comenzó en la política aún antes de terminar su licenciatura en Ciencias Sociales y Políticas por la Universidad Complutense de Madrid, primero en Alianza Popular en Madrid y después con José María Aznar, una vez que éste fue elegido presidente de la Junta de Castilla y León, como asesora de su gabinete.

En aquel entonces formaron parte del círculo de confianza de Aznar, entre otros, Miguel Angel Rodríguez, Miguel Angel Cortés, Carlos Aragonés y el que fuera marido de Ana Mato, Jesús Sepúlveda.

En 1991 se convirtió en diputada autonómica por Madrid y dos años después logró escaño en el Parlamento nacional, compaginándolo con su actividad en el PP, donde fue coordinadora de Participación y Acción Sectorial del PP hasta 2003, estando a las órdenes de Javier Arenas hasta que éste fue nombrado vicepresidente, una vez que Mariano Rajoy fue designado candidato para las elecciones de 2004.

Tras la derrota de las generales, Ana Mato, formó parte de la lista para las elecciones al Parlamento Europeo, donde desarrolló su labor como eurodiputada hasta que Mariano Rajoy la llamó de nuevo para ocupar el puesto número tres de la lista de Madrid al Congreso en las generales de 2008.

La confianza del ahora presidente del Gobierno en Ana Mato se mantuvo intacta como se demostró en el Congreso del PP que se celebró en junio de 2008 en Valencia, donde la nombró vicesecretaria general de Organización y Electoral del PP, un cargo que ha desempeñado desde entonces llevando gran parte del peso del partido, y compaginándolo a sus inicios, con el estudio de un máster en dirección de empresas. Su labor ha culminado con la organización de la campaña electoral de las generales en las que el PP ha obtenido una amplia victoria.

Rajoy ha querido premiar toda esta labor con el cargo de ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, después de que formara parte de todas las quinielas de 'ministrables' y tras haber formado parte de estas también en la época de Aznar.

Por el camino ha protagonizado alguna que otra polémica como aquella ocasión en la que afirmó que los niños andaluces eran prácticamente analfabetos, algo por lo que se disculpó explicando que aunque la expresión no fue afortunada, lo cierto era que los niveles educativos entre las CCAA eran distintos y en Andalucía se situaban en último lugar en los informes internacionales.

Más recientemente denunció que había niños en Andalucía que recibían las clases sentados en el suelo, después de tener conocimiento, por unas fotos, de lo que sucedía en una escuela que se encontraba en remodelación, algo que costó la destitución del responsable en Andalucía tras reconocer la Junta que faltaban pupitres.