MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -
Amnistía Internacional ha denunciado que los programas de vacunación contra la COVID-19 de todo el mundo "excluyen a personas de grupos marginados y discriminados al no tener en cuenta sus circunstancias, necesidades y vulnerabilidades de carácter único".
"Las deficiencias de los programas nacionales de vacunación, que abarcan una recopilación de datos insuficiente o inexistente, información pública inadecuada y no abordar la desconfianza en las instituciones sanitarias y la información engañosa, afectan de forma desproporcionada a la capacidad de algunos grupos (mujeres, personas LGBTI, personas indígenas y minorías étnicas, entre otros) para acceder a las vacunas", ha lamentado la ONG en un comunicado.
De la misma forma, advierten de que estos grupos "también se ven más gravemente afectados por obstáculos logísticos y técnicos para obtener una vacuna y por la falta de participación de la sociedad civil en la planificación y ejecución de los planes de vacunación".
"En todo el mundo, las autoridades no están haciendo actualmente lo bastante para garantizar que los programas de vacunación llegan a los miembros más marginados de sus sociedades. Los errores habituales hacen que los Estados carezcan de una imagen lo bastante clara del impacto desigual de la COVID-19 en ciertos grupos y que muchas personas no reciban la información o la ayuda que necesitan para vacunarse", ha resaltado Rina Kika, investigadora de Amnistía Internacional.
Además de recabar información desglosada sobre el impacto de la COVID-19, Amnistía Internacional pide a los Estados que reúnan datos sobre la aceptación de la vacunación dato para observar la equidad del acceso a las vacunas y en qué medida se está excluyendo a ciertos grupos.
"El derecho internacional obliga a los Estados a proporcionar acceso equitativo y no discriminatorio a las vacunas, lo que, en el contexto de la COVID-19, significa que deben garantizar que no sólo se dispone de vacunas en cantidades suficientes, sino también que son accesibles a todos los sectores de la población. Los Estados deben garantizar que la información sobre la COVID-19 y la forma de obtener una vacuna se facilita en formatos accesibles y comprensibles para todos los miembros de su población", insisten.
De la misma forma, critican que a pesar de que el acceso a Internet es desigual, muchos países "continúan publicando la mayor parte de la información pública 'on line', lo que podría excluir de forma desproporcionada a mujeres, personas de más edad, personas pobres y las que viven en zonas rurales, mientras que otros países no han hecho accesible la información a los pueblos indígenas".