Las alteraciones en los hábitos de vida contribuyen al aumento de peso

Niño comiendo chocolate
EP
Actualizado: viernes, 16 julio 2010 15:18

SEVILLA, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

La especialistas Cinta Vázquez y Regina Martín, psicóloga y nutricionista, respectivamente, del Instituto Hispalense de Pediatría (IHP) advirtieron este viernes que las alteraciones en los hábitos de vida durante las vacaciones "contribuyen al aumento de peso" entre los más pequeños, un extremo que achacaron fundamentalmente a que con la llegada del período estival "muchas familias cambian los hábitos nutricionales, por lo que el descuido en la alimentación es un denominador común en esta época del año".

En concreto, estas especialistas aludieron a casos frecuentes "como que se suelen saltar el desayuno o alguna comida, además de que se picotea entre horas alimentos de elevado valor calórico y sin valor nutritivo".

Frente a ello, recomendaron aumentar el tiempo dedicado a la actividad física. "Las alteraciones de los hábitos de vida en vacaciones contribuyen al aumento de peso debido a que los niños son más activos en el periodo escolar, de ahí que los padres deben limitar el tiempo de televisión, videojuegos y ordenadores a menos dos horas diarias y sustituir las actividades sedentarias por otras que requieran más movimiento", expusieron.

Además, resaltaron que la actividad física "disminuye el apetito, afecta positivamente en la conducta alimentaria y mejora las funciones cardiovasculares y psicológicas".

EPIDEMIOLOGÍA

En Andalucía uno de cada cuatro niños padece obesidad o sobrepeso, por lo que las especialistas recomiendan en nutrición recomiendan realizar cinco tiempos de comida (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena).

Del deseyuno, aluden a la conveniencia de que sea completo --el 40 por ciento de los niños con sobrepeso no suele desayunar, según diversas encuetsas realizadas al efecto-- y compuesto por un lácteo (en caso de sobrepeso debe ser desnatado), fruta fresca o zumo de frutas natural.

También se aconseja evitar el consumo de alimentos entre comidas, conocer que un zumo comercial no sustituye a una fruta, intentar comer de una forma variada, poner especial cuidado con las grasas, respetar el ciclo de hambre-saciedad que tiene el niño, aumentar las actividades al aire libre y no convertir la comida en premio o castigo por algún comportamiento. En cuanto a las comidas fuera de casa, se recomienda huir de los menús infantiles y de pedir raciones pequeñas para los niños.