MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -
De entre los pacientes que son diagnosticados de melanoma, en torno al 45% son portadores de una mutación BRAF y, por tanto, "candidatos a recibir tratamiento tanto con inmunoterapia como con terapias dirigidas", explica la doctora Eva Muñoz, oncóloga médica y responsable de la Unidad de Melanoma del Hospital Vall d'Hebron.
"Se registran casos de melanoma prácticamente a cualquier edad, aunque la mayoría se diagnostican entre los 40 y los 70 años, existiendo así dos picos de incidencia con un grupo de pacientes jóvenes cuyo diagnóstico se da en un momento de máxima actividad, y otro grupo de pacientes más mayores con otras necesidades", añade.
El melanoma representa aproximadamente el 1,5 por ciento de los tumores en ambos sexos a nivel mundial. Actualmente, en España se diagnostican cada año alrededor de 3.600 casos de los cuales unas 710 personas fallecen. No obstante, aproximadamente el 90% de las mujeres y el 74% de los hombres que sufren un melanoma en España sobreviven más de cinco años.
Precisamente, durante el congreso de la Sociedad Europa de Oncología Médica (ESMO) que se celebra en Múnich entre el 19 y 23 de octubre, tendrá lugar un simposio satélite organizado por Pierre Fabre en el que se hablará del melanoma metastásico BRAF positivo.
Al respecto, la doctora Muñoz destaca que, antes de los nuevos tratamientos aparecidos en los últimos años, el hecho de ser portador de una mutación en BRAF confería al paciente un peor pronóstico al ser habitualmente tumores más agresivos en su diagnóstico y en su respuesta a los tratamientos.
La doctora destaca a Europa Press que lo cierto es que, en el caso del melanoma, "en la mayoría de los casos siempre es un diagnóstico inicial y no llegamos a tener un diagnóstico metastásico, si bien es verdad que en España hay unos 300 pacientes a los que se diagnostica melanoma metastásico al año, que tratamos con tratamientos sistémicos".
Hace unos años estos pacientes metastasicos su pronóstico era infausto con supervivencias inferiores a un año en casi la mayoría de los pacientes, porque la verdad es que no había ningún tratamiento especifico que hubiera demostrado un beneficio en supervivencia. Esto ha cambiado con la inmunosterapia y con la combinación de farmacos de inhibidor de BRAF e inhibidor de MEK.
"La aparición en los últimos cinco o seis años del nuevo arsenal terapéutico en melanoma ha revertido esta condición al tener estos pacientes altas tasas de éxito al tratamiento tanto con inmunoterapia (anti-Pd1, combinación de anti-PD1+anti-CTLA4) como con la terapia dirigida 'Braftovi' (encorafenib) -un inhibidor de BRAF- y 'Mektovi' (binimetinib) -un inhibidor de MEK- (iBRAF+iMEK)", ha añadido la especialista.
La primera opción basa su racional en una hiperestimulación del propio sistema inmunitario para que el organismo sea capaz de reconocer y de luchar contra las células tumorales. En cambio, la terapia dirigida es un tratamiento oral cuyo racional se basa en el bloqueo específico de las alteraciones genéticas. En concreto, cuando se trata de melanoma, estos fármacos bloquean la vía de proliferación celular que se encuentra alterada presentando una mutación en el gen BRAF.
La facultativa insiste en que si bien a día de hoy no se conoce qué secuencia es la mejor para ofrecer al paciente asegura que no cabe duda de que ambas alternativas terapéuticas presentan un impacto "muy relevante" en cuanto a un claro aumento de supervivencia global de los pacientes con melanoma metastásico.