MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Alianza de la Sanidad Privada Española ha defendido el modelo de colaboración sanitaria público-privada y ha lamentado que la proposición no de ley (PNL) relativa al 'Fortalecimiento del Sistema Sanitario Público', aprobada el lunes en la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados, carezca de un "mínimo análisis" objetivo del papel "imprescindible" del sector sanitario privado en el Sistema Nacional de Salud (SNS).
La PNL del Grupo Parlamentario Confederal Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, aprobada con 17 votos a favor, 16 en contra y una abstención, achaca la "degradación del sistema sanitario" a los conciertos de la salud pública con la sanidad privada y a la "precarización de las condiciones de los sanitarios, que ha condicionado la actuación contra la COVID-19".
Además, tal y como ha recordado ASPE, considera que los recortes en sanidad pública y las "mal denominadas privatizaciones" se contabilizan hoy en el número de fallecidos, tildando a la colaboración público-privada, desarrollada igualmente en otros muchos países del entorno europeo, como un "factor de letalidad durante" la pandemia.
"Este ataque encrespado contra la convivencia y la colaboración complementaria entre ambas partes del SNS, recogido en la Ley General de Sanidad, es completamente inexplicable ante la colaboración mostrada por la sanidad privada en la mayor crisis sanitaria vivida en el último siglo", ha dicho el secretario general de ASPE, Alfonso de la Lama-Noriega.
En este punto, la organización ha recordado que durante la pandemia la sanidad privada ha atendido al 25 por ciento de los afectados de COVID totales en España y al 16 por ciento de los críticos en UCI, muchos de ellos por derivaciones de una sanidad pública exhausta. Ante ello, la sanidad privada ha pagado un "alto precio" en lo relativo a las condiciones de viabilidad actuales, ya que el sector "sigue pendiente de compensaciones en muchos territorios".
Con visión general, los conciertos entre los servicios regionales de salud y los centros privados contribuyen de manera significativa, tal como quedaba previsto en la LGS de 1986, a "desahogar" listas de espera, a campañas de atención médica puntual, concesiones administrativas de determinados complejos sanitarios o al propio sistema de mutualidades de funcionarios. Según datos del Ministerio de Sanidad, el 11,2 por ciento del gasto sanitario público se destina a la partida presupuestaria de conciertos, algo más de uno de cada diez euros.
"Considerar que las ineficiencias del sistema sanitario público, del que todos convenimos que requiere reformas estructurales y fortalecimiento para la optimización de la gestión sanitaria, se debe a la colaboración en esa partida de gasto con la privada, es hacer una valoración errónea y sesgada de la realidad", ha dicho el secretario general.
La sanidad, prosigue, supone alrededor del 40 por ciento del presupuesto de las Comunidades Autónomas, con un gasto conjunto de 68.400 millones de euros, que representa el 5,9 por ciento del PIB. "Las administraciones no destinan a día de hoy recursos suficientes para atender principios hoy comprometidos: universalidad, equidad, accesibilidad, cohesión, gratuidad (es decir suficiencia financiera) son principios crecientemente complejos de acometer debido al crecimiento constante de la demanda asistencial, al incremento de los costes y al inmovilismo estructural de nuestro sistema que cada día es más ineficiente y rígido", ha zanjado.