MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio advierte de la necesidad de considerar cuidadosamente la dosis de radiación en el pecho y los pulmones que recibirá un paciente antes de decidir qué protocolo de tomografía computarizada (TC) utilizar para obtener imágenes del tórax.
El estudio comparó la radiación en el pecho, los pulmones y la pelvis a través de protocolos de uso común, y encontró que un cambio en el protocolo podría disminuir la dosis de radiación en el pecho en más del 50 por ciento.
"Encontramos las dosis más altas de radiación sobre la piel del pecho en la aplicación del protocolo estándar de la TC torácica y en el protocolo usado para evaluar la embolia pulmonar en la población general ", afirma la doctora Diana Litmanovich del Harvard Medical School en Boston, autora principal del estudio.
Según la doctora Litmanovich "en este estudio hemos observado que la dosis de radiación se redujo en más de la mitad cuando utilizamos nuestro propio protocolo para la evaluación de embolismo pulmonar en pacientes embarazadas o niños pequeños".
Según la doctora, la TC torácica estándar y los protocolos de la embolia pulmonar también producen una dosis alta de radiación en los pulmones. El pulmón es, en general, el órgano que recibe las dosis más altas, independientemente del protocolo, mientras que la radiación pélvica fue baja, con independencia del protocolo.
"A pesar de los esfuerzos para reducir las dosis de radiación, la irradiación del pecho y el pulmón sigue siendo importante," concluye Litmanovich, y añade que "este estudio hace hincapié en la necesidad de tomar precauciones cuando estamos planeando protocolos de TC".