Alertan de un aumento de la prevalencia del Chagas en España, donde sólo en 2008 se registraron unos 450 casos

Actualizado: lunes, 2 febrero 2009 12:45


MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

La enfermedad del Chagas, una afección producida por un parásito ('trypanosoma cruzi') que puede ocasionar lesiones cardíacas, digestivas y del sistema nervioso, ha aumentado su prevalencia en España desde 2001, llegando a contabilizarse unos 450 casos en 2008, alertó hoy la Fundación Mundo Sano, que advierte de que Cataluña, Madrid, Murcia y Valencia son las comunidades con mayor incidencia.

En un comunicado, esta fundación señala que el Chagas está convirtiéndose ya en "un motivo de preocupación" en nuestro país, donde, a pesar de que no se conoce el número exacto de casos por no ser una enfermedad de declaración obligatoria, se sabe que la inmigración y los viajes de españoles a Latinoamérica han aumentado su presencia de esta enfermedad, que se contagia por transfusiones de sangre, trasplantes y de madre a hijo en el embarazo.

En el marco de la Jornada 'Chagas como Enfermedad Importada', organizada por la Fundación Mundo Sano y el Centro de Investigación en Salud de Barcelona (CRESIB), la directora general de la Fundación Mundo Sano, Sonia Tarragona, que a partir de su experiencia en Argentina ha iniciado diversas acciones en Europa, destacó la necesidad de revisar las actuales medidas para evitar más contagios.

"Se han de revisar las medidas establecidas, como las que se adoptan en los bancos de sangre españoles de no aceptar donaciones de personas latinoamericanas, ya que también muchos españoles que han viajado por diferentes motivos al continente pueden haber contraído la enfermedad", indicó Tarragona, para quien, ante el aumento de casos en España, sería recomendable también realizar "un cribado generalizado en mujeres embarazadas procedentes de zonas de riesgo".

VALENCIA, PIONERA EN HACER ANÁLISIS OBLIGATORIOS

Valencia ha sido la primera ciudad en Europa en instaurar un análisis obligatorio en las donaciones de sangre de los inmigrantes para comprobar si padecen o no esta enfermedad, que ataca al organismo de forma silenciosa y letal, motivo por el que muchas personas que tienen la enfermedad no son conscientes de ello.

Las personas infectadas dejan de tener síntomas tras superar un periodo agudo de la enfermedad. Sin embargo, a los 15 ó 20 años, cuando la enfermedad se convierte en incurable, el 30 por ciento de estos pacientes sufren una cardiopatía, un infarto, la destrucción de su aparato digestivo o incluso un ataque cerebral, según dónde se aloje el parásito.

Para el doctor Marcelo Abril, biólogo y director de Desarrollo Institucional de la Fundación Mundo Sano, "es de vital importancia que los médicos estén alerta cuando se encuentren en sus consultas pacientes con lesiones cardíacas producidas por Chagas", ya que las manifestaciones de la cardiopatía chagásica "pueden ser idénticas a las de otras cardiopatías".

La Enfermedad de Chagas, que afecta a 18 millones de personas y causa la muerte de cerca de 50.000 cada año, es endémica en América Latina, en especial en zonas rurales de Bolivia, Argentina y Paraguay. Sin embargo, los constantes flujos migratorios y el turismo han hecho que muchas personas que padecen la enfermedad vivan hoy también en España. De hecho, nuestro país se ha convertido en el país europeo que recibe más inmigrantes procedentes de América Latina.

También llamada 'tripanosomiasis americana', se trata de una patología tropical parasitaria que se transmite cuando un insecto --la vinchuca, presente en América Latina-- infectado con el tripanosoma cruzi, pica y al mismo tiempo, defeca. En las heces lleva el parásito, que se instala en la sangre de la víctima y a partir de ahí, se produce la enfermedad.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con otras patologías tropicales como la malaria, esta enfermedad también se transmite de persona a persona a través de la sangre, por lo que puede contagiarse mediante las transfusiones, trasplantes y también de madre a hijo, durante el embarazo.

En su forma aguda, que es la prevalente en niños, cursa con fiebre alta, tumefacción de la cara con edema del párpado y daños en los ganglios y el hígado, además de irritación meningoencefálica. Si no se produce la muerte, la dolencia se convierte en crónica, pudiendo pasar desapercibida para el paciente, que puede transmitirla por la sangre hasta que se manifiesta con problemas cardiacos y digestivos que pueden causar la muerte.