MADRID 24 Mar. (EUROPA PRESS) -
Investigadores de la Universidad de Saarland en Hamburgo (Alemania) han descubierto un vínculo genético entre la pérdida de dos importantes sentidos, el olfato y el dolor.
El estudio, que se publica en la edición digital de la revista 'Nature', podría ayudar a comprender los factores genéticos implicados en la percepción del olfato y los déficits asociados.
Los individuos con anosmia general congénita tienen una incapacidad total para detectar los olores y los genes causantes de esta clase de trastornos no han sido aún identificados.
Los científicos, dirigidos por Frank Zufall, han descubierto que los humanos y los ratones con mutaciones en el gen que codifica el canal iónico de sodio de voltaje Nav1.7, que causa insensibilidad ante el dolor, también está asociado a la incapacidad para percibir los olores.
La ausencia de Nav1.7, causada por mutaciones de pérdida de función en el gen SCN9A, no afecta a los potenciales de acción en las neuronas sensoriales olfativas, que están implicadas en la detección del olor.
Sin embargo, los autores señalan que estas mutaciones sí evitan la transmisión de información de las sinapsis neurales a los circuitos neurales de flujo inferior.