BARCELONA, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director del Instituto Salk en La Jolla (California) y del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona, Juan Carlos Izpisúa, natural de Hellín (Albacete) auguró hoy que los primeros resultados derivados de la investigación con células madre, para paliar enfermedades, tendrán lugar "en los próximos años" en el campo de la medicina personalizada.
En el marco de una conferencia en el foro Tribuna Barcelona, Izpisúa reconoció que "todavía queda tiempo para entender más la formación del ser humano" desde la fecundación del óvulo y, haciendo una analogía entre los semáforos y la aplicación de investigaciones con células madre en humanos, dijo que "aún nos encontramos entre el semáforo rojo y amarillo".
No obstante, "el primer semáforo verde tendrá lugar en los próximos años cuando se dará una faceta palpable para la industria farmacéutica" muy vinculada al ámbito clínico y personalizado, auguró el biólogo del desarrollo, que destacó las posibilidades del tratamiento de enfermedades 'in vitro'.
Por ejemplo, ante un caso de cáncer de hígado "podemos estudiar, a través de la transferencia nuclear, el origen de la formación del tumor en una placa de Petri" y, de esta forma, desarrollar la composición química necesaria para tratar la enfermedad del citado paciente, explicó Izpisúa, quien destacó el "fértil campo de acción existente en Catalunya" en este ámbito.
IMPORTANCIA DE LAS CÉLULAS MADRE ADULTAS
El prestigioso científico también habló de la necesidad de complementar las investigaciones con células madre embrionarias con las de células madre adultas para "avanzar más rápido en la medicina regenerativa".
En su conferencia, titulada 'La esperanza de la medicina regenerativa', explicó que el objetivo de la medicina regenerativa es entender cómo se desarrolla un embrión y explicar los procesos de formación de los órganos a través de un "grupito extraordinario" de pocas células para, eventualmente, lograr paliar enfermedades degenerativas como el Parkinson.
EXPERIMENTOS CON ANIMALES
En este sentido, puso de relieve las similitudes visuales y funcionales existentes entre la formación de un ser humano y de un animal en los primeros estadios de su generación y es que "no somos tan diferentes en nuestra composición genética", indicó el experto, a la vez que explicó que ya "podemos inducir la aparición de una extremidad a un animal como el pollo implantando un gen de un embrión".
También nombró resultados en la regeneración de células cardíacas en una placa de Petri. Según aseguró, "tres de cada cinco personas van a sufrir una dolencia cardíaca que probablemente va a llevar a su desaparición".