MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Agencia Española Seguridad alimentaria y Nutrición (AESAN) va a organizar diversas actividades con motivo de la 25 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25), que estos días se celebra en Madrid, en las que destacará la importancia que tienen las dietas sanas, especialmente la mediterránea, en la sostenibilidad del planeta.
Y es que, tal y como recuerda el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad, los sistemas alimentarios contribuyen al cambio climático pero, también, pueden verse afectados por el mismo, especialmente en lo relacionado con la seguridad alimentaria.
"El impacto de la producción de alimentos en el cambio climático está cuantificado y mantener el ritmo actual se sabe que es insostenible", apostilla la AESAN, para informar de que en Europa la producción de alimentos utiliza el 48 por ciento de la tierra cultivable, consumiendo reservas de agua dulce y energía y, solo a nivel agrícola, contribuye al 11 por ciento de las emisiones de gases con efecto invernadero.
Además, apostilla, el cambio climático tiene efectos "directos e indirectos" en los riesgos de seguridad alimentaria presentes en las diversas etapas de la cadena alimentaria. Concretamente, el organismo se refiere a los efectos relacionados con el clima, como son el aumento de las temperaturas, los cambios en los regímenes de lluvias, el estrés ocasionado por la sequía y los fenómenos meteorológicos extremos.
Unas situaciones que incrementan los riesgos de contaminación alimentaria y la incidencia de las enfermedades transmitidas por los alimentos y, por ello, la aparición de riesgos emergentes en seguridad alimentaria, frente a los que debemos estar preparados.
Todo esto se va a tratar en la jornada sobre 'La seguridad alimentaria en España', que se celebrará en el Ministerio de Sanidad este lunes y donde se recordará que el sistema de seguridad alimentaria español, como en el resto de la Unión Europea, es uno de los "mejores" a nivel mundial.
"La salud de nuestros ciudadanos está protegida, a un nivel muy elevado, de los posibles riesgos presentes en los alimentos mediante la actuación coordinada y rigurosa de las autoridades competentes de las comunidades autónomas y de la Administración General del Estado, junto con las empresas alimentarias", asevera la AESAN.
No obstante, avisa de que "ningún sistema" puede evitar que, en "momentos puntuales", surjan incidentes que tengan repercusión en la salud pública, algunos de naturaleza grave y que precisan de un mayor esfuerzo de colaboración, incluso con actores externos al sistema de seguridad alimentaria.
"Nunca hemos tenido mejores niveles de seguridad alimentaria, pero la percepción de esto por parte de la ciudadanía no siempre es la deseada y puede cambiar a peor por culpa de estos incidentes graves para la salud o por una mala comunicación de los mismos. Esto provoca dudas sobre la fiabilidad del sistema y genera que se subestimen los recursos que las administraciones públicas y las empresas ponen al servicio de la seguridad", argumenta el organismo.
Por ello, aboga por hacer un "esfuerzo" para comunicar la seguridad alimentaria a todos los actores implicados en ella como son las administraciones, sector empresarial y, por supuesto, a los ciudadanos, cuya salud es el objetivo fundamental de todas las acciones del sistema de seguridad alimentaria.
DIETA SALUDABLE Y SOSTENIBLE
Por otra parte, este jueves, 5 de diciembre, la directora ejecutiva de la AESAN, Marta García Pérez, va a mostrar en la sede donde se celebra la Cumbre del Clima dos vídeos que resumen una conferencia y una entrevista con el miembro de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Joao Breda.
En ellos, tal y como adelanta el organismo, el experto advierte de que no se va a poder proteger al planeta "sin cambiar" la dieta y el modo en el que come la población, al tiempo que defiende los beneficios de la tradicional dieta mediterránea.
Del mismo modo, el experto aboga por reducir el uso de plásticos y derivados en los envases alimenticios, reducir el desperdicio de alimentos e incorporar en las guías y recomendaciones alimentarias la importancia de la sostenibilidad y el impacto ambiental de los sistemas alimentarios.
El jueves la AESAN va a mostrar el 'Proyecto EuroCigua y cambio climático', financiado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) y en el que participan 14 instituciones de seis países europeos.
Y es que, la ciguatera es una intoxicación típica de las áreas tropicales y subtropicales, sin embargo se han registrado casos en la última década en España y Portugal. "La aparición de esta toxina en Europa es un claro ejemplo de cómo el calentamiento global de los océanos afecta a la seguridad alimentaria. A nivel mundial, este riesgo emergente está siendo evaluado por el grupo de trabajo específico de FAO/OMS en ciguatera", zanja el organismo.